En fechas como el Día del Niño y la Niña, Ford de México celebra a los adultos que siguen en contacto con su lado más curioso, valiente o rebelde.
Es fascinante pensar cómo modelos tan icónicos de la marca del óvalo azul como Ford Bronco, Ford Mustang y F-150 no solo han conquistado calles y carreteras, sino que también han rodado por pisos de madera, pistas de plástico y patios escolares en forma de juguetes. Y cuando hablamos de carritos de juguete, no se trata solo de nostalgia o de tener una réplica a tamaño escala, refleja la importancia que tiene la diversión en el desarrollo y en nuestra personalidad.
¿Te identificas con alguna de estas características?
Si no le tenías miedo a nada, siempre ibas al frente en las excursiones, improvisabas planes geniales y siempre tenías un gran outfit para cada ocasión, entonces hoy probablemente conduzcas una Ford Bronco Sport. Porque eres una persona ágil, atrevida y lista para cualquier aventura.
O si consideras que tienes un espíritu más salvaje, más grande y libre, porque convertías el jardín en una montaña o la playa en una zona de batalla y tu infancia fue mucha aventura en todos lados, tu alma probablemente se conecta con una Ford Bronco, por tu personalidad robusta, desafiante e imparable.
Si eras más rebelde, la persona que llamaba la atención por su forma de ser y que convertía cualquier lugar en una pista de carreras poque se sabía todos los nombres de los autos, probablemente creciste para tener un Ford Mustang. Un ícono desde pequeño, inconforme con lo común, una persona apasionada por la adrenalina y por llevar todo al límite.
Si eras de los que lideraba los juegos, organizaba a todos en el recreo, cargabas mochilas ajenas y sabías cómo hacer equipo… tu reflejo actual está en una Ford Lobo. Fuerte, confiable, versátil. Eres quien toma el volante incluso cuando no lo parece, y todos te siguen.
Sabemos que muchos de nuestros clientes empezaron su historia con nosotros desde niños y niñas, con un carrito que cabía en la palma de su mano. Y en Ford, cada vehículo, ya sea grande o miniatura, tiene el poder de mover emociones, recuerdos, sueños.