"Habrá una huelga parcial porque parte de los trabajadores desea continuar con la protesta, por lo que las perturbaciones serán importantes", indicó a Efe la portavoz de la STIB, Françoise Ledune.
Ledune precisó que el sindicato cristiano y mayoritario de Bélgica ha sido el único que se ha mostrado dispuesto a retomar la actividad, mientras que el socialista y el liberal quieren continuar con los paros.
Los trabajadores están divididos: unos desean proseguir con la protesta al menos hasta que sea el entierro del supervisor de la STIB fallecido el sábado y otros piden esperar a que concluya la reunión de mañana con la ministra belga de Interior, Joëlle Milquet, en la que se discutirán nuevas medidas de seguridad en la red de transporte, explicó.
El gobierno de Bruselas propuso ayer doce medidas para reforzar la seguridad, entre ellas añadir 400 agentes a las líneas de transporte, con la esperanza de "calmar los ánimos", reconoció hoy el ministro-presidente de Bruselas, Charles Picqué, en declaraciones a la televisión pública RTBF.
Sin embargo, no todos los trabajadores de la STIB consideran suficiente este refuerzo y continuarán mañana las protestas, en las que se prevén que se produzcan "acciones de choque" por parte de los piquetes.
Un supervisor de la STIB de 56 años fue agredido el sábado cuando comprobaba el escenario de un accidente de tráfico en el que habían chocado un coche y un autobús.
Mientras el conductor del autobús y del vehículo siniestrados eran trasladados al hospital, éste último habría contactado por teléfono a un amigo que presuntamente se presentó en el lugar de los hechos y golpeó al supervisor hasta dejarle gravemente herido.
El presunto autor de los hechos, de 28 años, se encuentra detenido, tras darse a la fuga al principio y posteriormente entregarse a la Policía.