En una comparecencia ante el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, Bernanke dijo, sin embargo, que la crisis de la deuda en Europa tendrá un efecto modesto en la reactivación de la economía estadounidense, que, según dijo, está en condiciones de soportar el ajuste fiscal que se avecina.
Aunque es probable que el apoyo de la política fiscal al crecimiento económico disminuya este año, los datos más recientes indican que "los avances en la demanda privada final sostendrán la recuperación de la actividad económica", apuntó Bernanke.
"Aunque la caída reciente de los precios de las acciones y las perspectivas económicas más débiles en Europa dejarán alguna marca en la economía de Estados Unidos, los factores de contrapeso incluyen bajas en las tasas de interés en los bonos del Tesoro y de las hipotecas, como asimismo precios más bajos del petróleo y otras materias primas", explicó el presidente de la Fed.
Bernanke señaló que la reactivación de la economía estadounidense, que comenzó a mediados de 2009 después de cuatro trimestres consecutivos de contracción, "ha continuado a un ritmo moderado en lo que va de año".
Las proyecciones más recientes hechas a finales de abril, añadió Bernanke, indican que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos crecerá alrededor del 3.5 por ciento este año y "un poco más rápido" el siguiente.
Y aunque haya una mejoría del mercado laboral, dijo Bernanke, "se requerirá un tiempo significativo para recuperar los casi 8.5 millones de puestos de trabajo que se perdieron en 2008 y 2009".