Así lo confirmó hoy a Efe un portavoz de Fitch, quien precisó que si después de las elecciones del próximo mes de noviembre el pacto fiscal continúa bloqueado en el Congreso federal, entonces la agencia podría rebajar la calificación de Estados Unidos, que en la actualidad es "AAA".
Fitch, que el verano pasado mantuvo la máxima nota que otorga a la deuda soberana de Estados Unidos, decidió a finales de noviembre ponerla en perspectiva negativa "al menos hasta finales de 2013" ante la falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos.
Entonces, la agencia dijo que había un 50 por ciento de probabilidades de una rebaja en los próximos años, y justificó la perspectiva negativa en la "decreciente confianza" en que se aprueben medidas fiscales para situar las finanzas públicas "en una senda sostenible".
Fitch reiteró hoy la importancia de que se apruebe un plan fiscal "creíble" para reducir el abultado déficit y dijo también que si llegaran a empeorar las perspectivas económicas y fiscales, entonces terminará rebajando la nota a Estados Unidos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso dijo el mes pasado que la economía de Estados Unidos entrará en recesión en la primera mitad de 2013 si no hay un acuerdo para evitar la entrada en vigor del aumento de impuestos y los recortes del gasto público pactados el pasado año.
Los expertos advierten del peligro de lo que llaman "precipicio fiscal" a partir de enero de 2013 si se suspende la prórroga fiscal para la mayoría de los estadounidenses y se apliquen agudos recortes del gasto público para reducir el déficit presupuestario.
Este "precipicio fiscal" es producto del acuerdo sobre elevación del tope de deuda rubricado en último momento en agosto pasado por republicanos y demócratas para evitar la suspensión parcial de pagos del gobierno federal.
Precisamente hoy el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, alertó una vez más de que "un severo ajuste" de la política fiscal a comienzos del próximo año podría suponer una "significativa amenaza" para la recuperación.
La deuda nacional de Estados Unidos podría aumentar en los próximos 25 años si no se recorta el gasto fiscal o no se modifican las tasas impositivas, según el último informe anual de la Oficina del Presupuesto del Congreso.