En un comunicado, la petrolera española respondía así al gobierno regional de Canarias, cuyo presidente, Paulino Rivero, acusó el jueves al Ministerio de Industria español de presionar a la compañía y amenazó al Ejecutivo de Mariano Rajoy con romper relaciones si no interviene en el conflicto entre ambas instituciones.
En el escrito, difundido por medios españoles, Repsol expresa su satisfacción por contar con los permisos necesarios para realizar un máximo de tres sondeos exploratorios en aguas de Canarias y destaca "las máximas garantías de seguridad y respeto medioambiental" con las que cuenta el proyecto.
La petrolera considera que es una oportunidad para conocer con qué recursos naturales cuenta España y para aprovecharlos en el marco de una legislación "altamente exigente y garantista desde el punto de vista medioambiental".
También subraya que puso en marcha el proyecto a finales de 2001, antes de que Rajoy y Rivero estuvieran al frente de sus respectivos gobiernos.
Las prospecciones que Repsol tiene previsto comenzar en el último trimestre del año frente a las islas canarias de Lanzarote y Fuerteventura suscitan un gran rechazo social en el archipiélago.
El Ejecutivo canario, las autoridades locales y los ecologistas temen un desastre ecológico en caso de una fuga de petróleo y advierten de los posibles efectos negativos sobre el turismo, la principal fuente de ingresos de las islas.