Según un informe de la CBHE, los principales campos petroleros bolivianos en el este, centro y sureste del país cubrían hace una década el 90 por ciento de la producción interna de combustibles líquidos, mientras que hoy aportan apenas el 28 por ciento.
"Como efecto de su explotación a lo largo de décadas y de su inevitable declinación, ninguno de los campos petroleros de Bolivia descubiertos, en promedio, hace 30 años (...) producen hoy lo que alcanzaron a producir en 2002", pues sus niveles actuales equivalen a un tercio de lo logrado entonces, indica la fuente.
"De mantenerse el mismo ritmo de declinación de los campos, su producción se habrá agotado hacia mediados de la década, es decir, dentro de cinco a seis años", agrega el reporte.
En Bolivia operan la hispano-argentina Repsol YPF, la brasileña Petrobras, la francesa TotalFinaElf y British Gas, entre otras afiliadas a la CBHE.
La producción de combustibles líquidos alcanzó en 2005 un pico de 50,576 barriles diarios de crudo, mientras que en 2010 la cifra bajó a 42,430 barriles diarios.
Según la CBHE, la producción de líquidos asociados al gas natural en los yacimientos que se comenzaron a explotar en 2010 permitió compensar la pérdida de unos 20,000 barriles diarios de crudo que se dejaron de producir en 35 campos petroleros "en declinación".
La entidad también llamó la atención porque la perforación de pozos petroleros cayó desde los 39 registrados en 2000 a un promedio anual de dos en los últimos seis años.
Justificó esta "sequía" de inversiones en exploración por la "ausencia de nuevos mercados" y la incertidumbre por los cambios en la legislación del país que se discutieron en los últimos años.
Por ello, la CBHE también alertó hace unas semanas que el país tiene reservas de gas para nueve años y no para 25 como se creía.
El presidente boliviano, Evo Morales, ha reconocido en los pasados días que las petroleras privadas y la estatal YPFB no tienen incentivos económicos para producir combustibles líquidos, pues no reciben ni los 27 dólares que cuesta el barril de crudo en Bolivia, sino solo 10, porque el resto cubre diversos impuestos.
El gobernante subió a fines de diciembre el coste de los combustibles líquidos entre un 57 y 82 por ciento, para frenar el contrabando de esos productos e incentivar su producción, pero tuvo que anular la medida por protestas sociales.