El asistente permitirá a los conductores reclinarse y relajarse mientras el SUV dirige todo por sí mismo y avanza en condiciones de mucho tráfico, acelerando y frenando como requiera la situación.
El sistema operará hasta un máximo de 80 kilómetros e incluso permitirá al coche cambiar de carril. El nuevo XC90 será presentado en París en octubre de 2014.
Volvo afirma que el sistema usa sensores para asegurar que las manos del conductor estén siempre sobre el volante, lo que permite a la persona tener el control último del vehículo, tal y como exigen las leyes.