Las economías emergentes deben evitar caer en la trampa que creó la crisis

Las economías emergentes deben evitar caer en la trampa que creó la crisis

Las economías emergentes, que creen con vigor, deben evitar caer en la misma trampa que generó la crisis financiera y económica que atraviesan actualmente las economías avanzadas.

Así se desprende del 81 informe anual que el Banco de Pagos Internacionales (BPI) presentó hoy en su sede central en la ciudad suiza de Basilea tras celebrar su asamblea general anual.

"Las economías de mercado emergentes eludieron lo peor de la última crisis. Si toman nota de la que probablemente sea la lección más importante -que prevenir es mejor que curar- podrán evitar su propia crisis", según el BPI.

Las economías de mercado emergentes corren el riesgo de que se acumulen desequilibrios financieros similares a los observados en las economías avanzadas en los años anteriores a la crisis.

Algunas economías de mercado emergentes dan muestras de una nueva acumulación de desequilibrios financieros.

El BPI insta a las economías emergentes a endurecer su política monetaria, es decir subir los tipos de interés y a flexibilizar más el tipo de cambio de su divisa.

Hasta ahora en muchas de ellas el endurecimiento de la política monetaria ha sido limitado debido a la preocupación de que aumenten las entradas de capital y se aprecien sus divisas.

Han aplicado medidas alternativas como mayores coeficientes de caja (encaje) y controles de capitales imponiendo tasas a las entradas de capital a corto plazo.

El Banco Popular de China exige actualmente a los bancos comerciales un coeficiente de caja del 21.5 por ciento, mientras el Banco de Reservas de India aplica una tasa de refinanciamiento del 6 por ciento y el Banco Central de Brasil sitúa su tasa de referencia Selic en el 12.25 por ciento.

Sin embargo, las tasas de interés reales, descontada la inflación, se mantuvieron bajas o incluso negativas en algunas economías emergentes.

Numerosas economías de mercado emergentes crecen con rapidez, experimentan un fuerte auge de sus mercados de la vivienda y un aumento del endeudamiento del sector privado.

Por ejemplo, Brasil, China e India registraron incrementos del crédito superiores al 20 por ciento anual entre 2006 y 2010, un nivel igual o superior al que tuvieron Irlanda y España antes de que estallara la crisis.

El crecimiento del crédito en Brasil en este periodo fue del 24.7 por ciento y en China del 20.2 por ciento.

El crecimiento del crédito entre 2002 y 2006 en Irlanda había sido del 20.3 por ciento y en España del 19.2 por ciento, frente al 10.6 por ciento del Reino Unido y del 8.3 por ciento de Estados Unidos.

Además, los precios inmobiliarios suben en determinadas economías emergentes a ritmos que recuerdan los registrados en algunas economías avanzadas durante el auge del sector de la vivienda anterior a la crisis.

El crecimiento medio del precio de la vivienda entre 2006 y 2010 en China fue del 11.3 por ciento.

El precio de la vivienda subió entre 2002 y 2006 una media del 15 por ciento en España, del 11.1 por ciento en el Reino Unido y del 10.7 por ciento en Irlanda.

Al mismo tiempo la deuda del sector privado de esas economías emergentes también aumenta con fuerza por lo que las autoridades deberían asumir que las lecciones aprendidas durante la crisis financiera no se aplican solamente a las economías avanzadas.

El BPI, que fomenta la cooperación monetaria y financiera internacional, es la institución financiera internacional más antigua del mundo.

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