En el marco de la cumbre del G20, que comienza hoy en San Petersburgo, los presidentes de Gazprom, Alexéi Miller, y la CNPC, Zhou Zhiping, firmaron un acuerdo jurídicamente vinculante, según el consorcio gasístico ruso.
El documento contempla, entre otras condiciones, el volumen, los plazos de exportación, la forma de pago y los puntos de entrada del gas en territorio chino.
"El hecho de que las condiciones hayan sido pactadas durante la celebración del G20 demuestra la intención de ambas partes de concluir exitosamente las negociaciones para la firma de un contrato antes de 2013", señaló Miller, citado por la agencia Interfax.
Según informó la víspera el diario "Védomosti", Gazprom ha decidido aplazar hasta 2014 el tendido del gasoducto oriental que debe suministrar el hidrocarburo al gigante asiático, ante la falta de acuerdo sobre el precio.
En marzo pasado Rusia y China firmaron un memorándum ante la incapacidad de acordar un precio fijo durante casi una década, con ocasión de la visita a Rusia del líder chino, Xi Jinping.
"El contrato a largo plazo es de 30 años y el suministro comenzará en 2018. El volumen anual de suministro de gas ruso es de 38,000 millones de metros cúbicos anuales", aseguró entonces Miller.
Rusia suministrará gas siberiano a China a través del gasoducto oriental "La Fuerza de Siberia", es decir, la misma ruta geográfica por la que Moscú ya exporta petróleo al cinturón industrial del noreste del país vecino.
Pekín rechazó el plan anterior de importar gas a través de la región nororiental de Xinjiang, ya que, en ese caso, Gazprom le exigía precios europeos.
Rusia acumula mucho retraso en este terreno en relación con las repúblicas centroasiáticas de Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán, que llevan varios año suministrando a la sedienta economía del gigante asiático, que busca alternativas al inestable Oriente Medio.