Se trata de la empresa Falkland Oil & Gas (FOG, en inglés), que realizaba tareas de prospección en la cuenca sur de las islas, para lo que ha invertido 46 millones de libras (unos 52 millones de euros) en el pozo Toroa, según pudo saber The Guardian.
Al igual que esta compañía, otras empresas del sector llevan a cabo tareas de exploración de crudo en el Atlántico Sur, ante la esperanza de que las reservas de hidrocarburos puedan ser similares a las que hay en el Mar del Norte.
La compañía busca una nueva plataforma que pueda perforar más profundo ya que está convencida de que en el área hay importantes depósitos de crudo y gas.
Los trabajos de prospección petrolera han sido condenados este año por el gobierno argentino, que considera una violación de su soberanía sobre las Malvinas, un derecho que reclama desde 1833.
El Reino Unido y Argentina se enfrentaron en una guerra en 1982 por la soberanía de las islas después de que la entonces junta militar argentina ocupara las islas el 2 de abril de ese año, pero el conflicto terminó con la rendición de los argentinos.
Por el momento se desconoce la cantidad de hidrocarburos que puede haber en aguas de las islas y la calidad de los mismos.
Ante estos trabajos de prospección, Argentina estableció que cualquier buque que transite entre los puertos continentales y las islas deberá solicitar autorización previa del gobierno argentino.
Londres considera que la prospección petrolífera ha sido adecuada y que se trata de una operación enteramente legítima.