Es un inmueble de 1,800 metros cuadrados, ubicado en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES), campus Morelia, y que alberga el Clúster de Biocombustibles Sólidos (parte de los mega proyectos Conacyt-Secretaría de Energía), la Unidad de Ecotecnologías y el Laboratorio Nacional de Investigación Ecotecnológica y Sustentabilidad (Lanies).
En esta primera fase, el edificio cuenta con cinco laboratorios: de Biodiésel y Agua; de Innovación y Evaluación de Estufas de Biomasa (LINEB); de Tecnología e Innovación Rural; de Diseño, Modelado y Simulación (LDMS), y de Vivienda Ecotecnológica (VALE).
Además, hay tres grupos de trabajo adicionales: el de Análisis sobre Sustentabilidad y Políticas Públicas de los Biocombustibles Sólidos; sobre Oferta y Demanda de los Recursos Biomásicos; y de Análisis sobre los Impactos de las Ecotecnologías.
“En México se impulsa la transición energética a fuentes renovables, y es necesario asegurar la calidad y eficiencia de las tecnologías que se difundan en el país, así como el uso a largo plazo de los diversos dispositivos.
“Aquí trabajamos en generar esas condiciones, para que la industria y los consumidores utilicen estas energías de manera más amplia y con garantías sobre su desempeño”, explicó Omar Masera Cerutti, coordinador académico de los proyectos que se realizan en el edificio.
Por ejemplo, en el Clúster se llevan a cabo investigaciones para innovar en el uso de biocombustibles para generar calor y electricidad, como la leña, carbón vegetal, pellets, que es un combustible que se obtiene comprimiendo diversos tipos de biomasa como astillas, aserrín o corteza para formar pequeños gránulos que pueden quemarse eficientemente.
Los laboratorios
En el LINEB se analizan las emisiones de diferentes tipos de estufas eficientes de biomasa, en comparación con los fogones que se usan en el medio rural.
En el Laboratorio de Tecnología e Innovación Rural –ubicado en Pátzcuaro– se desarrolla tecnología con impacto para los pobladores del medio rural, utilizando metodologías participativas (conocidas como innovación centrada en el usuario) y con enfoque de género.
Masera comentó que en este proyecto participan unos 10 investigadores, 15 técnicos académicos y cerca de 30 estudiantes de licenciatura y posgrado.
Es un esfuerzo transdisciplinario y multiinstitucional al que se suman otras entidades como la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia, el Instituto de Investigaciones en Materiales, el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental y el Instituto de Energías Renovables, además de otras universidades y organizaciones de la sociedad civil como el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada.
Las nuevas instalaciones también favorecerán la formación de recursos humanos de calidad –licenciatura y posgrado–, al contar con infraestructura y equipo para desarrollar proyectos y conocimiento de primer nivel internacional. También se podrá detonar el desarrollo sustentable local, y brindar información y opciones ecotecnológicas para la formulación e implementación de políticas públicas, añadió el universitario.
Está prevista una segunda etapa de construcción, enfocada al estudio e innovación en ecotecnologías para el manejo agrícola y forestal.