En conferencia de prensa, para dar a conocer el balance del último trimestre del 2017 de la institución, calificó de espectacular el resultado de la más reciente ronda petrolera, con inversiones para los siguientes 10 años cercanas a los 90,000 millones de pesos.
“Es un éxito de la reforma y reflejo de la perspectiva de México”, reiteró; motivo suficiente para que la institución continúe con los planes de inversión en este país, de 350 millones de dólares por año.
Expuso que la perspectiva favorable en 2018 y los años por venir para la institución se acompañen no solo de la estabilidad macroeconómica que ven en el país, sino del potencial en términos de penetracion del crédito, de su demografía, del crecimiento de las clases medias y de la demanda interna.
Y es que tan sólo para este año la economía mexicana podría crecer incluso por encima del 2.0 por ciento estimado, al evolucionar en sincronía con el mayor desempeño económico de Estados Unidos.
Si bien Osuna Osuna reconoció que existen factores que generan cierta incertidumbre, señaló que en comparación de 2017 existen menos elementos de relativa preocupación para los mercados.
En ese sentido admitió que la próxima elección es un tema de incertidumbre, sin embargo “México tiene un nivel de instituciones muy sólido ante un cambio electoral, lo hemos visto en los tres últimos cambios electorales que han transitado bastante bien”.
Respecto a los resultados financieros de BBVA Bancomer al cierre del 2017, informó que la institución financiera obtuvo una ganancia anual acumulada de más de 45 mil 603 millones de pesos, 11.8 por ciento más en comparación del año precedente.
Destacó que las utilidades históricas, las cuales significaron una contribución de la unidad en México de 40.3 por ciento en el resultado neto global del grupo español BBVA, fueron un fiel reflejo del desempeño económico del país.
Entre los elementos que apoyaron el crecimiento récord de las utilidades de BBVA Bancomer en el año previo, expuso, estuvo el crecimiento del margen financiero, de las comisiones, así como la contención del gasto por debajo de la inflación.
En tanto que para este 2018 la expectativa sigue siendo positiva pues prevén un repunte de la demanda del crédito hacia la última parte del año, que irá en línea con el descenso de la inflación general hasta niveles por debajo de 4.0 por ciento, además del mayor poder adquisitivo de las familias ante la recuperación del poder adquisitivo y de los salarios reales.
Así también mencionó que detrás del dinamismo esperado del financiamiento bancario en el año estará la estabilidad estimada de los costos del crédito, al seguir la oferta con las mismas tasas de interés o incluso hasta por debajo.