El histórico vehículo, considerado de lujo en su época y testigo de 60 años de crisis en la nación sudamericana, formará parte de la muestra permanente de la institución contigua a la sede del gobierno.
La Fundación Museo del Automóvil y casi medio centenar de expertos voluntarios tuvieron la ardua tarea de devolverle el brillo de antaño.
"Es el auto más importante que tiene el país", indicó su presidente, Luis Spadafora, para quien se trata de una "pieza cargada de historia como pocos autos en el mundo". Asimismo, pidió al gobierno que lo use nuevamente puesto que está en perfecto estado con sólo 18,000 kilómetros de uso y que sea declarado patrimonio nacional para evitar que termine en manos de coleccionistas.
Perón adquirió el auto de la marca General Motors a mediados de 1955, durante su segundo término, pero nunca pudo utilizarlo pues en septiembre de ese año, antes de su entrega, salió exiliado del poder.
El convertible fue utilizado por otros gobernantes como Arturo Frondizi, Arturo Illia, Raúl Alfonsín o Carlos Menem, pero también por dictadores, como Jorge Rafael Videla, y personalidades extranjeras, como el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, el mandatario estadounidense Dwight David Eisenhower y el francés Charles de Gaulle.