Salón de París de 1948. El Citroen 2CV es desvelado frente al presidente de la República, Vincent Auriol, y deja con la boca abierta a la multitud presente. Mientras hay quienes se burlan de su original silueta, otros ven en ella todas las cualidades aún carentes en muchos modelos: sencillez, ligereza, agilidad, confort, versatilidad... Desde los primeros días, el número de pedidos da la razón a la marca y a sus diseñadores visionarios.
André Lefebvre, director de la Oficina de Diseño de Citroen, equipa al 2CV con una serie de tecnologías ingeniosas para la época: tracción delantera, suspensión flexible de gran recorrido, motor de dos cilindros refrigerado por aire, etc.
El Citroen 2CV se convierte en un auténtico fenómeno social: es el coche tanto de los agricultores como de las familias y de los estudiantes, y completará una excepcional trayectoria de 42 años, con más de 5.1 millones de unidades vendidas (incluyendo vanes) hasta 1990. Todavía hoy, el 'Dos Caballos' sigue siendo un icono de la historia del automóvil y atrae a numerosos coleccionistas de todo el mundo.
TPV, el antepasado del 2CV (1939)
Precursor del 2CV, el proyecto TPV (del francés ‘Toute Petite Voiture’) nació en 1936. Objetivo: hacer del automóvil un producto para todo el mundo, útil para el trabajo agrícola y accesible para las clases populares, justo en una época en la que todavía se consideraba un objeto de lujo. Sencillez, frugalidad e ingenio debían, por lo tanto, combinarse al servicio de un objetivo: “transportar a cuatro personas y cincuenta kilos de patatas o un barril, a una velocidad máxima de 60 km/h”. Resultado: el automóvil pesaba 370 kg en vacío y su coste suponía un tercio del 11 CV. Incluso sólo tenía un faro porque la legislación de la época no requería tener dos.
En 1939, unos 250 modelos de pre-serie estaban listos para el Salón del Automóvil de París... pero todo se va al traste al declararse la 2ª Guerra Mundial. Los vehículos son deliberadamente destruidos o se esconden. Solo cuatro han llegado hasta nuestros días, incluido el modelo restaurado que se puede ver en Rétromobile. Los otros tres fueron encontrados en 1994 en el granero inaccesible de una granja situada en el Centro de Pruebas Citroen en La Ferté-Vidame.
50 años del Méhari, el inconformista
Mayo de 1968. Al tiempo que toda una generación se manifiesta en las calles de París reclamando más libertades, Citroën desvela un modelo orientado al ocio: el Méhari. Este cabriolet atípico, construido sobre la plataforma del Dyane 6, es casi un “objeto rodante no identificado” en las carreteras de la época. Su asombrosa presentación —fresca, desinhibida y sin pretensiones— consigue revolucionar los códigos de los descapotables tradicionales.
Versátil, práctico y económico, el Citroen Méhari es el aliado perfecto para cualquier escapada junto al mar gracias a su ingeniosa carrocería realizada en plástico ABS que lo hace muy ligero (525 kg), insensible a la corrosión y completamente lavable con una manguera. Este pequeño Citroën alcanza inmediatamente un gran éxito, ya que es muy fácil de utilizar por su modularidad y presenta una imagen que irradia optimismo gracias a sus colores pop.
Símbolo de libertad y del arte de vivir de un modo sencillo y despreocupado, el Citroen Méhari se convierte rápidamente en un fenómeno social. Incluso inicia una gran carrera tanto en el cine (especialmente en la muy popular serie “El Gendarme” con Louis de Funès) como por las carreteras de todo el mundo (Raid Lieja-Dakar-Lieja en 1969, Raid París-Kabul-París en 1970, etc.).
Se fabricó durante casi 20 años, hasta 1987, alcanzando las 145,000 unidades.
Nostalgia del 2CV y del Méhari con obras originales
Tanto el 2CV como el Méhari a menudo se asocian con los recuerdos de la infancia de toda una generación. Ahora, los aniversarios de estos dos iconos automovilísticos también se celebran a través del arte. Cada modelo se ha magnificado, pieza por pieza, a través de dos obras monumentales firmadas por Stéphane Gillot.
Este artista, también realizador en el mundo de la televisión, era un apasionado de las maquetas cuando era un niño. Hoy, se divierte al revivir todo un imaginario en torno a aquellos objetos industriales del pasado más impregnados de nostalgia, y para ello los corta y los agrupa con la ayuda de herreros del arte. Deconstruidos, estos objetos parecen salir de la caja de una nueva maqueta, como si hubiesen sido congelados ante la posibilidad de una nueva vida. Pero mientras las maquetas tradicionales son miniaturizadas y se forman con piezas nuevas, las obras de Stéphane Gillot están hechas a escala 1:1 y con auténticas piezas de recambio cargadas de historia.
En Rétromobile, Citroen presenta la visión del artista del icónico Méhari y su última creación con el 2CV. Son alegorías de la infancia, una visión distinta y magnificada de los dos modelos.
Revelado el logo del centenario de la marca
Citroen aprovecha el Salón Rétromobile 2018 para agrupar a los clubes de coleccionistas de la marca en torno a los preparativos de su centenario, que se celebrará durante todo el año 2019. Es una ocasión perfecta para que la marca desvele el logo dedicado a este acontecimiento. Este logotipo aprovecha la marca 'Origins', nacida en junio de 2016 durante la creación del museo virtual Citroen Origins y, desde entonces, se ha utilizado en todas las actividades relacionadas con la historia de la marca, especialmente a través de sus productos derivados.
Este logo es un guiño a la historia e integra el emblema de los chevrones en un óvalo, como existía en los orígenes de la marca en 1919, y que a su vez provenía de la primera compañía de André Citroen dedicada a la fabricación de engranajes de doble espiga en V.
Como en años anteriores, los visitantes también podrán interactuar con los representantes de los clubes de coleccionistas presentes en el stand. Además, el espacio contará con una tienda que ofrecerá productos relacionados con esta efeméride.