Para lograr este objetivo, cuenta con una tecnología electrificada con altas prestaciones y autonomía y unos motores de combustión interna cada vez más eficientes.
Este enfoque se traduce ya en datos reales. Groupe PSA empieza 2020 con los deberes hechos: su gama cumple con los exigentes parámetros de la UE desde el primer día del año. A esto hay que sumar la electrificación del 100 por ciento de las redes comerciales de Peugeot, Citroen, DS Automobiles y Opel en España, que cuentan con unas infraestructuras y un personal totalmente preparados para estas nuevas modalidades de propulsión.
Este nivel de anticipación es consecuencia de décadas de investigación sobre tecnologías y soluciones que permiten una mayor eficiencia en motores y vehículos y una mayor calidad del aire en las ciudades. La política del Grupo pone el foco tanto en la electrificación como en una eficiencia cada vez mayor de los motores de combustión interna, una vía que se inició con los motores PureTech (gasolina) y diésel (BlueHDi) y en la que se seguirá trabajando, ya que estas tecnologías seguirán siendo necesarias para muchos usuarios.
En cuanto a la electrificación, las marcas de Groupe PSA ya cuentan con 14 versiones de estas características en algunos de sus modelos. Por ejemplo, el nuevo Peugeot 208, el nuevo Peugeot 2008, el DS 3 Crossback y el nuevo Opel Corsa cuentan con alternativas “cero emisiones”, mientras que el Peugeot 3008, el Peugeot 508, Peugeot 508 SW, el SUV Citroën C5 Aircross, el DS 7 Crossback y el Opel Grandland X incorporan versiones híbridas enchufables. Ya se han anunciado versiones eléctricas de los Peugeot Expert y Traveller, Citronn Jumpy y Opel Vivaro. La meta es ofrecer versiones electrificadas en todos los modelos de turismos y vehículos comerciales de las cinco marcas en 2025.
España tiene un peso esencial en la política de electrificación de Groupe PSA. Sus tres plantas de producción en nuestro país han iniciado la fabricación en serie de turismos eléctricos. De hecho, es el único constructor que producirá turismos 100 por ciento eléctricos en sus 3 fábricas españolas a partir de 2020. Así, Zaragoza es la cuna del Opel Corsa-e, mientras que Vigo, ensambla baterías eléctricas a los centros del Grupo en España y produce el Peugeot e-2008. Madrid, por su parte, también fabricará la versión “cero emisiones” de un modelo por definir. Próximamente, las versiones eléctricas de los Peugeot Partner y Rifter, Citroën Berlingo y Opel Combo empezarán a salir de la planta de Vigo.
El compromiso medioambiental de Groupe PSA ha sido reconocido internacionalmente. El pasado diciembre, el Grupo fue reconocido como líder de la referencia de Clima y Energía de la WBA entre 25 fabricantes de automóviles. Además, el CDP, el Programa de Divulgación de Carbono, anunció que Groupe PSA está en su lista A como referente en la lucha contra el cambio climático y le concedió un premio adicional por involucrar a sus proveedores y socios logísticos en esta estrategia. Por su parte, la Science Based Targets Initiative (SBTI) ha certificado científicamente que los objetivos del constructor francés en materia de reducción de la huella de carbono están en línea con los objetivos del Acuerdo de París: limitar el calentamiento global en dos grados de aquí a finales de este siglo.
La lucha contra el cambio climático es clave en los centros de producción donde se ha invertido en la mejora de sus procesos para que sean más competitivos y sostenibles, lo que permitirá que todas las plantas de Groupe PSA sean neutrales en carbono para 2050.
Un compromiso que ya está muy presente en los centros de producción de Groupe PSA en España, todos ellos certificados según las exigentes normas ISO 14001:2015 e ISO 50001:20011. Por ejemplo, la Planta de Zaragoza es una planta vertedero cero, lleva certificada en EMAS más de 20 años y ha recibido numerosos reconocimientos por su gestión medioambiental y contribución a una economía circular. Entre 2014 y 2019 ha reducido sus residuos en un 25.71 por ciento, su consumo de energía un 29.93 por ciento y el de agua, un 21.36 por ciento.
Por su parte, el Centro de Vigo asume ambiciosos objetivos en ámbitos como la reducción de emisiones o la eficiencia en la gestión de los recursos, con la constante reducción de consumos y la valorización de prácticamente el cien por cien de sus residuos. A lo que hay que sumar su gran superficie ajardinada y su variada colección de especies arbóreas, recogida en la catalogación botánica del Centro “Árboles e Industria”, actualizada en 2018.
Finalmente, el Centro de Madrid orienta su política de protección del medio ambiente en torno a 4 ejes: la reducción de la huella de carbono, apoyándose en el control de los consumos de energía, el reciclaje y la reutilización del agua y los residuos, la reducción de las emisiones de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) del taller de pintura mediante el control en la utilización de productos químicos y el despliegue de tecnologías de bajas emisiones.