La razón está, según el comunicado difundido por Fitch, en que la asociación estratégica no prevé ni un flujo de efectivo significativo ni beneficios materiales inmediatos para las tres compañías.
Fitch recuerda en la misma nota que la calificación en el largo plazo de Daimler es "BBB+", la de Nissan "BBB" y la de Renault "BB".
Y añade que Daimler y Renault están en situación de vigilancia negativa, mientras que las perspectivas de Nissan son estables desde el pasado enero, fecha en la que abandonó la situación de vigilancia negativa.
Aunque el impacto financiero inmediato de la alianza sea mínimo, "el previsto incremento de cooperación entre Daimler, Renault y Nissan debería ser positivo para sus perfiles empresariales", así como proporcionar oportunidades de ahorro de costos y mejora de capacidades, según Emmanuel Bulle, uno de los responsables del equipo industrial de Fitch.
Bulle precisa, no obstante, que el ahorro de costos "debería ser limitado a corto plazo" y comenzaría a materializarse "en los próximos dos o tres años".
La agencia calificadora recuerda que la cooperación entre fabricantes es habitual en la industria automovilística para desarrollar nuevos modelos o motores, y no "necesariamente" implica una vinculación accionarial.
No obstante, el intercambio cruzado de participación, que en este caso no modificará sustancialmente la estructura accionarial de cada firma, puede allanar el camino para una colaboración más a largo plazo.
Concretamente, Renault-Nissan y Daimler intercambiarán acciones al nivel del 3.1 por ciento cada uno en el capital del otro y el acuerdo no afectará a la identidad de cada marca.
Fitch considera "positivamente" la anunciada alianza entre los tres grupos automovilísticos porque puede permitirles ahorrar y compartir costos y motores.