Los alemanes incrementaron, sobre todo, su patrimonio en forma de dinero en efectivo, acciones, depósitos bancarios o seguros.
En menor medida se incrementó el patrimonio derivado de ganancias de acciones o certificados de inversiones que supusieron cerca de 21,000 millones de euros del aumento total. Los bienes inmuebles o las obras de arte no se incluyen en esta estadística del banco central alemán.