El pato amarillo, cariñosamente llamado Pato, estaba atado al freno de mano de su Ford Fiesta RS WRC y sobrevivió a 10 horas bajo el agua tras su caída en el primer tramo de ayer del Rallye Guanajuato México.
“Los patos están acostumbrados a vivir en el agua, así que estoy bastante seguro de que estuvo bien. Estaba húmedo y sucio, y a las hembras no les gusta eso. Ellos disfrutan en los balnearios y con el sol, así que no va a volver al coche”, ha dicho Tanak.
Al pato le espera una cómoda jubilación en Estonia.