Fehrenbach anunció que las pérdidas de su grupo antes de impuestos oscilarán entre mil 100 y mil 500 millones de euros y que el volumen de negocios retrocederá previsiblemente un 16 por ciento hasta unos 38 mil millones de euros.
Las mayores pérdidas se producirán según esos cálculos provisionales en el sector de tecnologías para el automóvil, donde los ingresos se reducirán en cerca de un 18 por ciento.
El jefe de Bosch comentó que 2010 también será un año difícil, pero que se nota ya una mejoría del clima de negocios y que "luchamos por alcanzar de nuevo números negros".
Asimismo señaló que la plantilla de la empresa se recortó en 11 mil empleos hasta 271 mil el pasado año, sobre todo por el desarrollo negativo en Estados Unidos y Europa.
Un total de 80 mil empleados, 55 mil de ellos en Alemania, se encuentran actualmente sometidos al régimen de "Kurzarbeit", la reducción de la semana laboral para evitar los despidos.
Pese a todo, Bosch ha registrado un ligero incremento de la demanda de sus productos desde mediados de 2009 y espera que la tendencia continúe a lo largo de este año.
La recuperación tiene su base en el crecimiento de las dos grandes naciones emergentes de Asia, China y la India, mientras en Estados Unidos se registra también que la producción de vehículos gana de nuevo en dinámica.