Hyundai Motorsport tiene nuevamente la mira puesta en los títulos de Fabricantes y Pilotos. El equipo terminó como subcampeón el año pasado, por tercera vez consecutiva, y este año confía en concluir en lo más alto, apoyado en el rendimiento de la versión deportiva del i20.
El Hyundai i20 Coupe, es un vehículo que se puede adquirir en concesionarias de la marca en Europa; la única diferencia en la versión de competencia del Campeonato Mundial de Rally, es que se tiene que modificar a un peso mínimo de 1,190 kg y debe de tener incluido un motor homologado para que sea de cuatro cilindros, tal como lo establece el reglamento de la FIA.
El i20 Coupe WRC, utiliza un motor turbocompresor y sobrecargado con inyección directa. Cuenta con 380HP (caballos de fuerza), para poder recorrer las largas distancias durante la competencia. La transmisión es de 6 velocidades secuenciales, lo que permite ahorrar combustible en ascensos y derrapes sobre la pista. Su torque, es decir la potencia del vehículo, es de 450NM (newton sobre metro); cuenta con tracción en sus 4 llantas para poder avanzar sobre terrenos húmedos, áridos, con nieve, entre otros. El i20 Coupe WRC logra avanzar de 0 a 100km/h en tan solo 4 segundos sobre una línea recta.
Andrea Adamo, que este año toma el cargo como Director de Equipo de Hyundai Motorsport, es el encargado de supervisar el desarrollo del vehículo y del acoplamiento de sus pilotos con el mismo.
“Tenemos todos los elementos para ganar el WRC. No hay nada que falte en comparación con nuestros rivales. Estamos a la altura de nuestra gran capacidad de ingeniería, con un auto muy competitivo. Además, somos de los más fuertes en la alineación de nuestro equipo con Thierry Neuville, Andreas Mikkelsen, Dani Sordo y Sebastien Loeb; son todos pilotos de alto nivel. Estoy seguro de que tenemos los elementos para ganar”, comenta Adamo.
Durante la temporada 2018, el Hyundai i20 Coupe, obtuvo 3 victorias y 11 podios, logrados bajo la conducción de Neuville, Mikkelsen, Sordo y Haydden Paddon. El 2018 fue una de las temporadas más cerradas y disputadas en los últimos años del WRC, ya que se definió hasta la parada final, en Australia.