Los coches negros son los menos visibles incluso con la luz del día, seguidos por los antracita y grises. Los datos recopilados en todo el mundo muestran el riesgo de los colores oscuros. En cambio, los brillantes, como el blanco o el amarillo, son más visibles incluso a mayor distancia.
Un estudio sueco descubrió que los coches rosas son los que menos envueltos se vieron en accidentes, mientras que en Australia, la unidad de accidentes de la Monash University llegó a la conclusión de que los autos negros tienen un 12 por ciento más de posibilidades que los blancos de estar involucrados en un accidente, seguido de los grises y los plateados.