Durante dos semanas, el barco navegará por aguas nacionales para evidenciar que los intereses corporativos, favorecidos por malas decisiones de gobierno, han convertido a nuestro país en un paraíso para contaminar.
A bordo del barco exigiremos al gobierno mexicano que conduzca al país hacia la sustentabilidad: combatiendo la contaminación tóxica de los ríos a través de una legislación que impida a la industria verter sustancias químicas peligrosas en los cuerpos de agua y vigilar su cumplimiento.
También, pediremos a la administración de Enrique Peña Nieto que haga a un lado la dependencia al petróleo, los planes de explotación profunda de este hidrocarburo y permita que México aproveche las energías limpias como la solar, la eólica, geotérmica, fotovoltaica y pequeñas hidroeléctricas con justicia social, a fin de combatir el cambio climático.
El recorrido del barco estará dividido en dos etapas. La primera de ellas se desarrollará del 7 al 19 de enero por el océano Pacífico, donde visitará los puertos de Mazatlán, Sinaloa; Puerto Vallarta, Jalisco y Acapulco, Guerrero. Para la segunda etapa, el barco volverá por el océano Atlántico del 15 al 23 de febrero para atracar en el puerto de Cozumel, Quintana Roo y por último en el puerto de Veracruz.
La llegada del barco Rainbow Warrior es un elemento inspirador para que las comunidades y ciudadanos usemos el poder que tenemos para transformar nuestro entorno si actuamos juntos para protegerlo.