Los trabajos de Ilea están hechos con pigmentos compatibles con el soporte metálico sobre el que están pintados, y representan recuerdos personales del pintor como cómics, fotos familiares o estampas de su vida y de la historia reciente rumana.
"Mi cuñado tiene un negocio de desguace de coches", dice a Efe Ilea, preguntado por la fuente de inspiración de esta colección.
Todos los cofres pertenecen a modelos Dacia 1300, que empezó a producirse en la Rumanía comunista de 1968 y llena ahora las aceras de las ciudades rumanas y los centros de desguace como el del cuñado de Ilea.
"Es un coche muy ligado a la historia rumana", explica el pintor sobre el Dacia 1300, un modelo modernizó y amplió el parque móvil del país balcánico a niveles sin precedentes a partir de 1969 y de los que se fabricaron casi dos millones de unidades hasta 2004.
"Además, los capós de este modelo de Dacia tienen una forma que va mejor que los de otros para los cuadros", añade el pintor.
Las 56 piezas, de una marcada tendencia iconoclasta y a menudo con intención humorística, se venden a un precio aproximado de 6.000 euros.
La exposición estará abierta hasta el próximo 6 de abril.
Nacido en la provincia transilvana de Cluj en 1958, Ilea tiene una larga trayectoria como pintor y ha expuesto en numerosas galerías de Rumanía y del extranjero.