"En Cancún se tienen que producir resultados. Aquí tienen que darse progresos... Los progresos pueden ser tangibles", dijo Ban en la apertura de la negociación ministerial sobre el cambio climático, al tiempo que señaló que "los acuerdos no tienen que ser finales, pero sí tiene que haber progresos en todos los frentes".
Ban se incorporó hoy a las negociaciones ministeriales sobre el cambio climático que se desarrollan en Cancún, y a las que también asiste como anfitrión de la conferencia, el presidente de México, Felipe Calderón, y la secretaria ejecutiva de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.
"Con voluntad política de todos podremos alcanzar en los próximos días muchos acuerdos. Estamos ante horas cruciales", subrayó Calderón, quien reiteró que el multilateralismo es la clave a través de la que se han de resolver las diferencias.
Ministros de medio ambiente y representantes gubernamentales de 194 países tratarán de aquí al viernes y con la mediación de la ONU, lograr un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto (1997) cuando expire dentro de dos años.
También tienen que resolver otros asuntos, como la puesta en marcha de un fondo de la ONU que estará dotado con 100,000 millones de dólares para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones, así como los relativos a la deforestación o el acceso a las tecnologías que ayudan a combatir el efecto invernadero.
El máximo responsable de la ONU advirtió a las delegaciones que "todos tienen que ser parte de la solución", y actuar como "naciones unidas, con valor, sentido común y compromiso".
En los últimos días algunos diplomáticos han evocado el "fantasma de Copenhague", en referencia a la posibilidad de que resurjan las divisiones y las actuaciones por grupos, así como las negociaciones secretas, que se dieron en la cita de la capital danesa y que acabaron en el fiasco global de la conferencia.
"La respuesta está en sus manos. Entramos en una etapa crucial del proceso", señaló Figueres, quien insistió en que los países tienen que superar posiciones nacionales e ir hacia la "conciliación".
Aunque de manera general, la mayoría de los participantes han coincidido hasta ahora en que esta negociación tiene entreabierta la puerta hacia un acuerdo parcial, las posiciones radicales de Bolivia frente a Japón, Canadá y Rusia, respecto al tramo de la ampliación de Kioto han hecho sonar la voz de alarma.
Bolivia, según dijo a Efe su embajador ante la ONU, Pablo Solón, considera que se puede "negociar la cifra (de reducción de emisiones) pero es realmente asombroso que países que han ratificado el tratado y son parte del mismo, se nieguen a cumplirlo".
Japón, Canadá y Rusia no quieren ampliar ese protocolo que sólo obliga a reducir emisiones a los países desarrollados y no a los que están en desarrollo, pero según diversas fuentes es posible que la llegada de sus ministros o jefes negociadores permita mayor flexibilidad.
Ban se refirió también a las "dificultades políticas y económicas" que algunos países tienen a nivel nacional, en relación a otro de los problemas que planea en la cumbre relativo a la financiación de algunos de sus aspectos en tiempos con presupuestos más que restrictivos en los países desarrollados.
No obstante, Ban les recordó a todos que la lucha contra las emisiones de gases que producen el efecto invernadero forma parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y que la falta de acción también tendrá un coste económico.
"Cuanto más lo retrasen, más tendrán que pagar en términos económicos, medioambientales y de vidas humanas", dijo Ban, quien ha hecho del combate contra el cambio climático uno de los ejes de su mandato.
El máximo responsable de la ONU instó a los países a obtener resultados en favor de los pobres y vulnerables, ya que "no se reducirá la pobreza extrema sin tratar también las tendencias al incremento de la impredictibilidad del tiempo que lleva asociadas el cambio climático".
"Sin seguridad climática no se podrá garantizar la seguridad energética o la internacional", advirtió.
Por su pare, el presidente de Guatemala, Alvaron Colom, instó a todos los países "a hacer un esfuerzo para llegar al acuerdo", al tiempo que insistió en que se debe superar la situación pensando en las generaciones futuras.
La ONU identifica cuatro áreas en que espera progreso en la Cumbre de Cancún
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, identificó cuatro áreas específicas en las que espera obtener progresos tangibles durante las negociaciones que se llevan a cabo en la Cumbre del Cambio Climático de Cancún.
El máximo responsable de Naciones Unidas aseguró que se está cerca de alcanzar consensos en la lucha contra la deforestación, la adaptación a las consecuencias del calentamiento global, las ayudas financieras a los países en desarrollo y la transferencia de estas.
"No hay una solución mágica al cambio climático. Tenemos que avanzar en lo que podamos, y seguir progresando por el camino correcto", afirmó en una conferencia de prensa Ban.
El secretario general de la ONU se incorporó hoy a las negociaciones ministeriales que se desarrollarán en Cancún hasta el próximo viernes, y a las que también asiste como anfitrión de la conferencia el presidente de México, Felipe Calderón.
El secretario general recordó que la desaparición de los bosques es responsable de un 17 por ciento de las emisiones de gases contaminantes, mientras que la transferencia de tecnología energética a los países en desarrollo es crucial para reducir su dependencia económica de los hidrocarburos.
En cuanto a la financiamiento, dijo que los países desarrollados acordaron en la conferencia de Copenhague de 2009 que aportarían 30,000 millones de dólares antes de 2013 y 100,000 millones de dólares anuales a partir de 2020.
Esta ayuda iría destinada a financiar proyectos de mitigación de emisiones de gases y de adaptación a los efectos del calentamiento global en las comunidades más vulnerables del planeta.
Según Ban, se está cerca de alcanzar en promesas la cifra de 30,000 millones de dólares, pero todavía falta hacerlas efectivas y acordar los mecanismos de transparencia para supervisar su inversión.
Por otro lado, instó a los 194 países que participan en las negociaciones que exploren las opciones que ha presentado Naciones Unidas para encontrar las fuentes que permitan recaudar 100,000 millones de dólares anuales para el cambio climático en 2020.
Ban también mencionó la importancia de que avancen las negociaciones para un acuerdo de reducción de emisiones vinculante y en la continuación del Protocolo de Kioto, que expira en 2012.
Aunque reconoció que no espera que en los próximos tres días se alcance ningún acuerdo vinculante en ninguno de los dos terrenos.
"Esto no es un esprint, es una maratón", observó el secretario general.
Precisamente los recortes de emisiones a largo plazo y el Protocolo de Kioto son los dos puntos más complicados de las negociaciones y de los que dependen en gran manera que la cumbre de Cancún cierre el viernes con éxito.
La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres, que acompañó a Ban en la conferencia de prensa, reiteró que hay posiciones "diametralmente" opuestas en las negociaciones sobre Kioto.
Canadá y Japón, particularmente, se niegan a establecer nuevas metas de reducciones bajo el Protocolo a menos que Estados Unidos, que no lo ha ratificado, y que China, tomen medidas de mitigación equivalentes a los que ellos han hecho.
Brasil y Reino Unido han iniciado una labor de mediación para llegar a un compromiso que permita superar estas diferencias, que amenazan con socavar el resto de la cumbre.
Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente de la India, Jairam Ramesh, se mostró hoy poco optimista con respecto al progreso de las negociaciones, que calificó de "inquietantes".
Ramesh reiteró que alcanzar un acuerdo para continuar el Protocolo de Kioto es indispensable para resolver los otros asuntos que se tratan en la cumbre.