El sondeo indica que un año después de que los altos ejecutivos empresariales recuperaran el optimismo hasta niveles previos a la crisis de 2008 y 2009, solo un 15 por ciento de los 1,300 encuestados considera que la actividad económica mejorará durante este año.
Por contra, un 48 por ciento estima que la situación empeorará todavía más, un 45 por ciento en el caso de los presidentes y consejeros españoles.
Frente a su pesimismo sobre la situación global, los responsables ejecutivos de las empresas tienen una mayor confianza en la evolución de sus propias compañías durante el año en curso.
El 40 por ciento de los encuestados en todo el mundo -el 30 por ciento de los españoles- afirmaron tener "mucha confianza" en el crecimiento de los ingresos en sus actividades de negocio en 2012.
Esta aparente contradicción se explica, según PwC, porque los máximos directivos consideran que han hecho los deberes y sus organizaciones están ahora más afinadas que en 2008, al inicio de la crisis, para afrontar este periodo de débil crecimiento.