Según el ministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, la cartera de Finanzas sólo aprobó la entrega del subsidio para siete meses del 2013 debido a que no cuentan con los recursos financieros para continuar con esta ayuda.
El funcionario dijo a periodistas que para continuar con el pago, el Congreso tendría que aprobar una ampliación presupuestaria, lo que en su opinión es "difícil".
Sinibaldi comentó que será la Municipalidad metropolitana la que deberá negociar y autorizar un nuevo precio al pasaje, que en la actualidad es de un quetzal (12 centavos de dólar) por usuario.
Sin embargo, el portavoz del Ayuntamiento, Carlos Sandoval, ha adelantado que no están de acuerdo con que se incremente el valor del pasaje y advirtió que los transportistas serán multados si decretan cualquier aumento sin autorización.
La Asociación de Empresarios de Autobuses Urbanos (AEAU), que preside Luis Gómez, anunció que ante la falta del subsidio, la primera medida que adoptarán es retirar a los agentes de seguridad de las unidades, pero no especificó el número.
También anunció que analizarán la posibilidad de aumentar el pasaje a 5.23 quetzales (70 centavos de dólar), lo que representaría un alza de 523 por ciento.
La próxima semana, dijo Gómez, los transportistas celebrarán una asamblea para discutir la nueva tarifa.
El gobierno de Guatemala subsidiaba al transporte urbano de pasajeros desde 1996, año en el que entregó 60 millones de quetzales (7.66 millones de dólares).
El monto fue similar en los siguiente tres años, hasta que en el 2000 se incrementó a 120 millones de quetzales anuales (15.32 millones de dólares).
Entre 2004 y 2007, los transportistas recibieron cada año 150 millones de quetzales (19.15 millones de dólares).
Mientras que entre 2008 y 2010, el gobierno entregó en subsidio un total de 631.2 millones de quetzales (80.61 millones de dólares), a partir del 2011 se acordó un pago mensual de 35 millones de quetzales (4.46 millones de dólares).
La Procuraduría de Derechos Humanos advirtió hoy que un incremento al pasaje podría generar un conflicto social en el área metropolitana de la ciudad de Guatemala.