“Considero que es urgente que se ponga lupa al ejercicio de los recursos públicos y que se cree una Agencia Metropolitana para Obra Pública, con el fin de evitar nuevamente una Línea 12, ya sea con una nueva línea de metro o con cualquier otra obra. Al gobierno le urge recuperar la confianza de los vecinos”, destacó.
Ballesteros Mancilla explicó que el Gobierno capitalino invertirá este año alrededor de 4,141.9 millones de pesos en proyectos de obras y mantenimiento en la ciudad, de los cuales más de 1,883 millones de pesos se destinarán solo para la rehabilitación de la Línea 12.
“La corrupción, falta de transparencia y opacidad documentada que envolvió a esta obra ha creado una atmósfera de desconfianza para los ciudadanos y sobre todo para los legisladores de oposición. Ahora difícilmente un gobierno se atreverá a invertir en una nueva línea para el metro; esto representa un tiro de gracia para la movilidad de la ciudad, ya que el metro es la columna vertebral del Sistema Integrado de Transporte Publico”, subrayó.
La legisladora detalló que la Agencia Metropolitana para Obra Pública sería un organismo que pondría la lupa en la forma en que se gastan los recursos públicos para las obras de la ciudad.
“La reforma política del DF ordena la creación de una Agencia Metropolitana y tendría la función de planear, administrar, de evaluar y auditar el ejercicio del gasto público en las obras más importantes para la metrópoli”, explicó.
La integrante de la comisión de Movilidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal dijo que pedirá al Senado y al gobierno capitalino que constituyan a través de los nuevos órganos de la ciudad, que integre dicha agencia con ciudadanos, vecinos, académicos, organizaciones civiles, autoridades y legisladores.
“Es urgente que tras la opacidad que se ha documentado en distintas obras por el manejo de los recursos públicos, el gobierno tome acciones concretas y busque recuperar la confianza de todos los vecinos de la ciudad”.
La legisladora capitalina dijo que la fuerza de dicha agencia radicaría en que las decisiones que se tomen al interior del organismo, deberían ser vinculatorias, y no como sucede en los Institutos Municipales de Planeación (Implanes) que se queda en la mesa porque los gobiernos no lo toman en cuenta, “y que espejee lo que ya trabajan institutos de planeación en otras ciudades de la república”.