"La alta informalidad combinada con la baja productividad son los dos elementos más desafiantes para la región", dijo hoy a Efe la directora de la OIT para América Latina y el Caribe, la venezolana Elizabeth Tinoco.
Aún cuando la región llegó a un índice de desempleo que está en mínimos históricos (6.4 por ciento), la tasa promedio de informalidad (trabajo en negro) es del 47 por ciento, con algunos países que tocan una tasa cercana al 60, un "problema estructural que se debe enfrentar con urgencia", afirmó la directora de la OIT.
La informalidad, recordó, implica la precariedad laboral y la falta de protección social de los trabajadores.
"Si no se articulan las pequeñas empresas a las grandes cadenas productivas de valor no vamos a lograr salir del problema de la informalidad", advirtió Tinoco.
La directora de la OIT para Latinoamérica dijo que la región es además la "que tiene más baja productividad comparada con otras regiones, un problema que es también estructural", y, en este sentido, reclamó políticas de incentivo para incorporar innovación en la región.
El informe de la OIT, presentado hoy en Buenos Aires, revela que en Latinoamérica y el Caribe el sector privado genera unos 200 millones de empleos, equivalente a 79 por ciento del total de puestos de trabajo disponibles.
Estos puestos de empleo se generan a través de 59 millones de unidades productivas, aunque la gran mayoría de esas unidades, unas 48 millones, son en realidad emprendimientos unipersonales.
El resto, 11 millones, son empresas de diverso tamaño, aunque la mayoría son microempresas ya que son sólo 2.5 millones de empresas la que cuentan con más de seis trabajadores.
"Todo este entramado de microempresas y cuentapropistas hacen por tanto un aporte fundamental en la generación de empleo en la región", destacó Tinoco.
Desde esta perspectiva, en 2007 la OIT ha puesto en marcha una estrategia global para promover entornos propicios para el desarrollo de las "empresas sostenibles".
Las denominadas "empresas sostenibles" son aquellas que "se desenvuelven en un entorno propicio que garantiza la viabilidad de estas empresas en el tiempo y su capacidad generadora de empleo de calidad", explicó Tinoco.
El informe de la OIT destaca que el desarrollo de empresas sostenibles en América Latina requiere, entre otros aspectos, de seguridad jurídica, de la agilización de los trámites, de políticas económicas estables y del cuidado medioambiental.
El análisis muestra además la necesidad de impulsar áreas como el desarrollo tecnológico y la educación, el acceso de las empresas a los servicios financieros y la simplificación de la reglamentación para establecer negocios.
En este sentido, el estudio afirma que iniciar un negocio en la región puede demorar hasta 71 días de media, frente a los 12 días que se requieren en países de altos ingresos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según la OIT, estos países de la OCDE invierten seis veces más en investigaciones y registran 51 veces más patentes que los países latinoamericanos.