En un análisis difundido hoy, la OIT argumenta que un debilitamiento de los procesos de negociación "puede generar mayores desigualdades en los ingresos e inestabilidad social".
"Descentralizar el proceso y permitir que las empresas negocien, sin acuerdos sólidos nacionales y sectoriales, aumenta la presión sobre los salarios y las condiciones de trabajo", afirma Susan Hayter, especialista de la OIT en relaciones laborales y empleo.
La OIT señala en su estudio que el incremento pronunciado de las desigualdades salariales en Estados Unidos y el Reino Unido durante los últimos años "puede estar relacionado con una disminución de la afiliación sindical y con su consecuente reducción de la cobertura de los acuerdos de negociación colectiva".
Por contra, cuando existe un apoyo político significativo a los mecanismos de negociación colectiva, como en Dinamarca, Finlandia, Francia, los Países Bajos y Suecia, "la diferencia entre los salarios más altos y los más bajos es mucho menor", según esta agencia de Naciones Unidas.
Hayter considera que muchos empresarios, sindicatos y gobiernos reconocen que la negociación colectiva ha sido una herramienta eficaz para adaptarse a las nuevas condiciones económicas y permitir que las empresas se mantengan en activo.
En su opinión, los acuerdos nacionales y sectoriales proporcionan un marco dentro del cual las empresas pueden elaborar su propia respuesta, reduciendo los costos y al mismo tiempo evitando los despidos y protegiendo los salarios.
Como ejemplos, cita países europeos -Alemania, Austria y Bélgica- y de otras regiones, como Sudáfrica, Brasil y Argentina.
Lejos de disminuir la productividad y competitividad de las empresas, existe abundante evidencia de que los acuerdos de negociación colectiva reducen la desigualdad de los ingresos y contribuyen a la productividad y la competitividad, indica la experta.
Cuando los cambios en la organización del trabajo son negociados con los trabajadores y sus representantes, con frecuencia contribuyen a mejorar el rendimiento de la empresa, agrega.
Los salarios y las horas de trabajo continúan siendo los principales temas de la negociación colectiva, pero la OIT afirma que el proceso será utilizado cada vez más para hacer frente a las preocupaciones vinculadas con la crisis económica mundial.
Hoy en día, destaca la OIT, las agendas de la negociación colectiva incluyen también la formación y el aprendizaje a lo largo de la vida "para ofrecer una respuesta a los cambios tecnológicos y a la creciente inseguridad laboral".
"Esto ha funcionado particularmente bien en Europa, donde los países que tienen interlocutores sociales fuertes y un apoyo institucional sólido para la negociación colectiva han logrado, mejor que otros, establecer un marco que favorezca la formación profesional continua, que beneficia tanto a las empresas como a los trabajadores en momentos de incertidumbre económica", señala.