La iniciativa había sido anunciada el 1 de marzo por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante la Asamblea Legislativa y prevé la creación de la empresa pública Ferrocarriles Argentinos.
Esta empresa "tomará todas las decisiones y tendrá toda la potestad de todo el sistema tanto de cargas como de pasajeros", precisó Randazzo en la Casa de Gobierno en Buenos Aires.
El ministro indicó que Ferrocarriles Argentinos "es la madre del resto de las empresas que hoy llevan adelante el funcionamiento de los ferrocarriles como son la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (AIF), la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) y Belgrano Cargas y Logística".
Randazzo señaló que todas las concesiones que operan empresas privadas "son puestas bajo análisis" y el Poder Ejecutivo renegociará bajo las cláusulas que establece la ley. Aclaró sin embargo que el Estado recupera definitivamente las vías.
"El objetivo es la recuperación de todo el sistema ferroviario nacional partiendo de una idea central que tiene que ver con haber podido demostrar que el Estado es mucho más eficiente que los privados cuando hay decisión política y compromiso", destacó el ministro.
El Estado nacional ya se hizo cargo el 2 de marzo de la operación de las líneas de ferrocarriles urbanas. "Ya se puede demostrar que ha mejorado en frecuencia y la recaudación", subrayó Randazzo, precandidato presidencial por el Frente para la Victoria (FpV, peronista) oficialista.
Según el funcionario, el Estado ahorrará mil millones de pesos (unos 115 millones de dólares) anuales mediante la nacionalización de los ferrocarriles.
La red ferroviaria fue privatizada en 1991 por el entonces presidente peronista Carlos Menem (1989-1999) y fue desmantelada en gran parte. El kirchnerismo anuló en los últimos años las concesiones de algunas líneas, en particular luego de la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012 en la terminal del barrio porteño de Once en que murieron 51 personas.