La empresa siderúrgica se puso hoy en contacto con el director de urbanismo de la ciudad de Serain, en la provincia de Lieja, para concertar una cita con vistas a discutir la demolición de parte de las instalaciones que la planta tiene en la localidad, informa el diario económico L'Echo.
El grupo ha decidido además retrasar un año la inversión ya prevista de 32 millones de euros en su fase de fabricación en frío en Lieja, una decisión que preocupa a los sindicatos.
"Es claramente una señal de su determinación de cerrar la fase de calor", señaló al diario el portavoz del sindicato cristiano (CSC), Jordan Atanasov.
ArcelorMittal alega que tiene la obligación legal de seguir adelante, tras el plan de reestructuración presentado en enero y explica que la reunión que ha solicitado es sólo para tener más información, según indicó a este medio su portavoz.
Señala, por otra parte, que la decisión de aplazar la inversión de 32 millones en la fase de frío se debe a que el dossier no está aún lo suficientemente bien diseñado como para que la inyección se produzca este año.
La CE había solicitado al grupo el pasado mes de febrero que suspendiera sus planes de cerrar instalaciones en Europa al menos hasta la publicación en junio del plan de acción con el que Bruselas quiere garantizar el futuro del sector del acero.
Ese llamamiento de la Comisión se produjo después de que ArcelorMittal anunciase nuevas reducciones de sus actividades en Europa, incluido el cierre de instalaciones en Lieja, en Florange (Francia) y en Luxemburgo, así como más optimizaciones en Polonia y España.
La compañía defiende la necesidad de esos ajustes por la caída de la demanda, pero asegura que no tiene en mente más reestructuraciones en Europa.