El estudio estima que la producción de vehículos extranjeros en Rusia aumentará un 40 por ciento y llegará a los 860,000 unidades, y las importaciones subirán un 15 por ciento con hasta 685,000 automóviles.
Mientras, la fabricación de vehículos de marcas rusas se mantendrá en 555,000 unidades.
Estas cifras sugieren que el sector experimentará un aumento general del 20 por ciento y alcanzará los 2.1 millones de vehículos.
En el mejor de los escenarios, el mercado podría crecer un 35 por ciento y alcanzar los 2.4 millones de automóviles.
En este caso, a las carreteras rusas se incorporarían unos 580,000 vehículos de firmas nacionales, lo que supondría un crecimiento del 5 por ciento, y 1.1 millones (80 por ciento) de automóviles de firmas extranjeras producidos en Rusia, así como 720,000 (20 por ciento) de importación.
Según PwC, para que se cumplan estas previsiones, la presencia de fabricantes extranjeros debe aumentar en Rusia y es necesario que el gobierno ruso ponga en marcha nuevos programas de estímulo y mantenga las subvenciones para la renovación de vehículos, al que se acogieron más de 400,000 conductores en 2010.
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Los factores que podrían frenar este crecimiento son la inestabilidad económica mundial, la falta de infraestructuras viarias de calidad, y la moderación de los fabricantes a la hora de planificar la producción, agrega el estudio, difundido por las agencias.
El mercado del automóvil en Rusia se recupera a pasos agigantados tras tocar fondo en 2009 debido a la recesión económica, cuando las ventas de vehículos se desplomaron casi un 50 por ciento.
En 2010, el mercado de automóviles nuevos creció un 31 por ciento en 2010 y recaudó 33,700 millones de dólares, afirma la consultora.
La recuperación del sector fue aún mayor en la gama alta, donde las ventas de Mercedes-Benz crecieron un 59 por ciento, las de Audi, un 27 por ciento y las de BMW, un 23 por ciento respecto al mismo período de 2009.
Los fabricantes extranjeros son conscientes del potencial del mercado de Rusia y siguen abriendo plantas en este país.
Renault y Nissan, cuya planta Avtoframos en Moscú funciona desde 2005, sellaron una asociación estratégica con la rusa AvtoVAZ a fin de hacerse con el 40 por ciento del mercado para 2015.
Con tres fábricas, estas marcas dispondrán en Rusia de una capacidad de producción total de 1.3 millones de unidades al año para 2012.
Por su parte, Hyundai inauguró también a finales de septiembre pasado una fábrica en San Petersburgo, que se convirtió en la primera planta de ciclo completo construida en Rusia desde la caída de la URSS.
Esta fábrica, con una capacidad anual de 150,000 vehículos, inició la producción en serie este mes.
Según PwC, para el año 2020, las ventas de automóviles alcanzarán en Rusia los 3.6 millones de unidades.