"En la mañana, la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero) me mostró un mensaje de Carlos Slim expresando su apoyo y el de su familia", aseguró el mandatario en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
El presidente estadounidense anunció este jueves a través de Twitter la imposición de aranceles del 5 % a partir del 10 de junio todos los productos mexicanos si la nación latinoamericana no frenaba la migración.
En un comunicado difundido posteriormente por la Casa Blanca, Trump marcó un calendario para la subida gradual de los gravámenes - hasta un 25 %- si no cesa el flujo de migrantes irregulares desde México.
Ante esto, México ya ha mandado a Washington un grupo de diplomáticos encabezado por el canciller, Marcelo Ebrard, para resolver el conflicto.
Mientras, López Obrador sostuvo que la unidad nacional de todos los mexicanos es esencial.
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"Va a haber unidad nacional, no tengo duda, va a solidarizarse todo el pueblo de México, tanto en nuestro país como los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos", aseguró.
Asimismo, el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) agregó que la muestras de apoyo se empezaron a recibir "desde anoche en las redes sociales".
No obstante, matizó que no quiere que este asunto se convierta "en una causa internacional", pues simplemente está cumpliendo con su obligación de "defender los intereses del pueblo de México y defender el derecho a la vida, el derecho a vivir libre de miserias".
Ante este conflicto, la postura del gobierno de México es clara: diálogo y no confrontación.
Por ello, además de la misión encabezada por Marcelo Ebrard, López Obrador envió una carta al presidente Donald Trump expresándole su voluntad de acercar posturas.
"Puede aplicarse una muy buena política migratoria, pero tenemos que convencer (a Estados Unidos), a lo mejor no se tiene toda la información, por eso es importante la visita de Marcelo (Ebrard) para informar", explicó en la conferencia matutina.
La frontera entre Estados Unidos y México vive desde hace meses una situación de crisis por el creciente flujo de migrantes que la cruzan, en su mayoría familias centroamericanas solicitantes de asilo.
En marzo cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos 92,831 migrantes y en abril fueron 98,977, cifras sin precedentes en la última década.