En su análisis anual sobre la economía mundial, el organismo destacó que la economía de México acelerará su crecimiento en 2017 a 2.6 por ciento, desde el 2.4 por ciento que estima para este año. De 2017 a 2021, el crecimiento promedio sería de cuatro por ciento.
En la presentación del análisis este miércoles en Nueva York, el economista en jefe de The Conference Board, Bart van Ark, aceptó que “ningún país en el mundo sufre de mayor incertidumbre que México” tras el triunfo de Trump, pero descartó un descarrilamiento de la economía mexicana.
Trump prometió construir un muro en la frontera con México, así como renegociar o terminar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), imponer tarifas a empresas estadunidenses que inviertan en el extranjero y expulsar a inmigrantes indocumentados.
Van Ark puntualizó sin embargo que probablemente es tiempo de que el TLCAN, un acuerdo con más de 20 años de antigüedad, sea renegociado. Esta renegociación podría desembocar en un mejor tratado para todas las partes involucradas, precisó el economista.
De hecho, Van Ark recordó que uno de los propósitos del Acuerdo Transpacífico (TPP) era actualizar los vínculos comerciales entre los socios comerciales de Estados Unidos. Ahora, el TPP tiene escasas probabilidades de ser aprobado por el Congreso estadunidense.
Por su parte, Ken Goldstein, economista senior de The Conference Board, explicó que muchos estados de México han registrado tasas de crecimiento mayores a cinco por ciento anual y que los fundamentales de la economía de México siguen siendo sólidos.
En entrevista con Notimex, el economista señaló que “el pesimismo de lo que va a pasar con el comercio bilateral de México y Estados Unidos con la Presidencia de Trump ha sido exagerado”.
México, dijo, tiene el potencial de fortalecer su posición como puerta de entrada a América Latina y el Caribe, lo que lo coloca en una “posición muy sólida”, independientemente del gobierno en Estados Unidos, en especial si continúan esfuerzos por diversificar su economía.
“Si comparamos las perspectivas económicas de México con las de Brasil, Argentina o Chile, yo preferiría ser mexicano que ciudadano de cualquier de estos otros países latinoamericanos”, aseguró Goldstein.
El economista consideró además que las inversiones de empresas de Estados Unidos en México no serán detenidas por decisiones del gobierno federal estadunidense, sino que seguirán siendo guiadas por los beneficios económicos que ofrece un mercado en crecimiento.
“Si México continúa diversificándose, si moderniza su infraestructura y si refuerza su papel como puente latinoamericano las inversiones de Estados Unidos y de otros países en territorio mexicano, así como de las mismas empresas mexicanas, garantizo que continuarán creciendo”, sostuvo Goldstein.
Respecto del comportamiento del peso mexicano, la divisa internacional más afectada por el ciclo electoral en Estados Unidos y el triunfo de Trump, vaticinó que la moneda podría continuar su depreciación pero ello no se extendería más allá de 2017.
Por el momento, un dólar fuerte, que es considerado como una inversión segura en momentos de incertidumbre, es un factor que afecta a la divisa mexicana independientemente de su propia trayectoria.
Respecto de las deportaciones masivas, el análisis de The Conference Board asentó que las políticas migratorias de Trump serían implementadas en una segunda fase, luego de los primeros 100 días de su administración, aunque sus detalles son aún poco claros.
En todo caso, las deportaciones masivas no serían consistentes con el plan para desarrollar infraestructura en Estados Unidos, una propuesta que sería impulsada en la primera etapa de la administración de Trump.
Según cálculos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), hay actualmente escasez de mano de obra en la industria estadunidense de la construcción. Deportar migrantes agudizaría esta escasez y podría impedir la implementación del plan de infraestructura de Trump.
Bajo ese escenario, es poco probable que el gobierno de Trump diera prioridad a las deportaciones masivas sobre su plan fundamental de impulso a la economía de Estados Unidos, sugirieron los economistas.
El optimismo en torno a la economía de México y a los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, sucede en un contexto de un “crecimiento estancado” de la economía mundial para 2017.
The Conference Board estimó un crecimiento económico mundial de 2.8 por ciento para 2017, tras una expansión de 2.5 por ciento en 2016. La economía de Estados Unidos avanzaría 2.0 por ciento en 2017 tras una expansión de 1.6 por ciento este año.
“Las tensiones geopolíticas, las incertidumbres sobre políticas públicas, la volatilidad del mercado financiero y los rápidos cambios tecnológicos mantendrán a la economía mundial en una senda de bajo crecimiento”, apuntó el análisis de The Conference Board.