Al presentar la mañana de este viernes el dictamen técnico sobre la viabilidad del NAIM, el presidente electo aseguró que “se decida por una u otra opción, damos la garantía a los mexicanos que no va a haber corrupción”, por ello “en estos casos complicados, para no complicarnos, lo mejor es preguntar a todos”.
Acompañado por Javier Jiménez Espriú, propuesto como secretario de Comunicaciones y Transportes, y Alfonso Romo, como próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, afirmó también que en lo que se decida “se van a garantizar inversiones, afores, se van a respetar contratos, no va a haber actos arbitrarios”.
En este sentido llamó a “que se ponga por delante, como debe de ser, el interés general, no los intereses personales o de grupos, sino el interés de la nación; no debemos preocuparnos por el tiempo que nos lleve porque es un asunto trascendente”.
Al señalar que este tema podría implicar la erogación de recursos públicos subrayó que “no podemos tomar decisiones a la ligera”, por lo que “no vamos a limitar la decisión a un hombre o a un puñado de técnicos, sino se va a poner a consideración de todos los mexicanos”.
Añadió que la consulta pública a realizarse en la última semana de octubre será el primer ejercicio democrático del próximo gobierno federal, por lo que “no vamos nosotros a inclinar la balanza, vamos a actuar con imparcialidad y entregando toda la información a los ciudadanos”.
Explicó que en caso de que el citado ejercicio se haga de manera directa se instalarían mesas en diversas plazas públicas para recibir la opinión de los ciudadanos, mientras que la otra opción es realizar una encuesta nacional, donde también habría vigilancia de la población.
López Obrador dejó claro que la consulta será vinculatoria, por lo que el resultado de ésta es lo que se llevará a cabo, aunque en cualquier caso “no se le va a cerrar la posibilidad de manifestación a nadie”.