El fotógrafo Nauro Júnior y su amigo Caio Passos pretenden mostrar la "otra cara" del evento deportivo, cuando acudan a las ciudades sede en un Volkswagen de 1968.
En una entrevista para Sputnik, Júnior y Passos contaron que se dirigirán a Rusia "con mucho sueño y poca plata" y que están dispuestos a dormir en el vehículo y cocinar por su cuenta.
Los atrevidos viajeros no hablan ruso ni inglés y pueden explicarse solo en portugués y español, pero dicen que asistirán a una actividad “durante el cual todos hablan otra lengua”: la del futbol, la de la pelota.
Durante el viaje, el Escarabajo —trasladado a Rusia en barco y tren— seguirá a la selección de Brasil, en un recorrido de unos 20,000 kilómetros, pero también los brasileños tienen pensado unirse a los equipos nacionales de Argentina o Uruguay.
"No podemos correr riesgos tratando de hacer algo imposible. Nuestra Fusca es de 1968, tiene 50 años, igual que yo. Hay que respetar esa edad", comenta entre risas Júnior.
El vehículo, bautizado como “segundinho”, es el segundo escarabajo adquirido por Júnior.
El fotógrafo obtuvo el vehículo cambiándolo por un iPhone. Antes de emprender su viaje, estudió la realidad rusa y los medios locales. En consecuencia, ahora no descarta la posibilidad de añadirle una palabra al nombre del coche, nombrándolo “segundinho sputnik”.
La idea de acudir al campeonato de futbol se le ocurrió al futuro fotógrafo ya en 1978, cuando el Mundial se celebraba en Argentina. No obstante, el padre de Júnior —que tenía entonces un fusca— dijo que aquel carro nunca iba a alcanzar Argentina.
“Segundinho” ya emprendió algunos viajes por América Latina, recorriendo una distancia de 10 mil kilómetros.
Con el fin de recaudar dinero para el viaje, el fotógrafo lanzó una campaña en Facebook. Los viajeros pretenden obtener un total de 40,000 reales brasileños —12,400 dólares—. Las crónicas de la expedición rusa y de otros viajes estarán disponibles en la página “Expedição Fuscamérica”.