Tras 9 temporadas pilotando una Yamaha, el domingo subiré por última vez a la M1. Será una sensación realmente extraña. Llevo aquí casi un tercio de mi vida, hemos vivido juntos más de 150 carreras, consiguiendo 43 victorias y 3 títulos Mundiales, nos hemos caído decenas de veces y nos hemos vuelto a levantar consiguiendo juntos hazañas increíbles (incluso algunas llevando todavía algo de anestesia en la sangre...). Estos 9 años en Yamaha formarán parte de mi vida para siempre. Irrepetibles. Inolvidables.
Quiero dar las gracias a Yamaha y en especial a Lin Jarvis por haberme dado la oportunidad de entrar directamente al equipo de fábrica cuando apenas tenía 19 años y ni tan siquiera había conseguido mi primer Mundial de 250cc, en 2006.
También agradecer el cariño y el esfuerzo de mis mecánicos, los que han estado desde el primer día y los que han llegado más tarde, y a los ingenieros japoneses que siempre consiguieron darme una moto ganadora. Sin vosotros, no hubiera sido posible. ¡Gracias a todos!
Me voy de Yamaha con la cabeza bien alta, con la conciencia tranquila de haberlo dado todo en cada entrenamiento y en cada carrera, sabiendo que todo lo que he vivido aquí me ha servido para ser mejor piloto y persona.
A partir del año que viene tengo nuevos retos, pero en Yamaha todavía nos queda el último objetivo: intentar ganar la última carrera de la temporada. Sería muy bonito despedirme haciendo este último regalo a los que han confiado en mí.
Nos vemos en la pista!
Jorge Lorenzo Guerrero