"Promover el uso de la bicicleta y el caminar permite a la sociedad y las personas avanzar hacia una movilidad eficiente, sustentable y equitativa en nuestra ciudad. Quienes optan por este modo de transporte, ahorran espacio, no contaminan y consumen menos recursos. Invitar a las personas a caminar y pedalear permitirá reactivar físicamente a millones de ciudadanos, mejorando la salud de la población y creando una mejor convivencia en el espacio público", señalaron las organizaciones en una carta dirigida al Ejecutivo.
De acuerdo con Xavier Treviño, director de ITDP México, se necesitarían un mínimo aproximado de 1,400 millones de pesos anuales en inversión para proyectos, obras y mantenimiento, en las 32 ciudades mayores a los 500,000 habitantes del país; sin embargo, este monto se incrementa por transferencias, créditos y programas y proyectos especiales, por esa razón solicitan al menos el 5 por ciento del presupuesto.
Dichos recursos, añaden las organizaciones, deben ser destinados a las siguientes 3 estrategias clave:
I. Infraestructura de calidad
a) Construir carriles exclusivos y darles mantenimiento a los existentes en las avenidas con mayor tráfico que sean seguros, directos, cómodos y atractivos para los ciudadanos en bicicleta. Simultáneamente conectar estos carriles con calles secundarias, haciendo adecuaciones viales para que los ciclistas compartan de manera segura la calle con los demás vehículos y, así, crear una amplia red que una los principales destinos de trabajo, educación, comercio, recreación, etc.
b) Aumentar el espacio y visibilidad para los ciudadanos en bicicleta a través de señalamientos horizontales y verticales, así como dispositivos de control de tránsito (i.e. señales informativas y semáforos exclusivos) que los proteja y oriente a través de la ciudad.
c) Integrar el uso de las bicicletas a los sistemas de transporte público, principalmente a través de estacionamientos seguros y próximos a las estaciones.
II. Cultura y promoción para la sana convivencia
a) Impulsar la cultura en el uso de la bicicleta y otras formas de transporte no motorizado, a través de circuitos dominicales libres de autos, programas de bicicletas públicas y campañas para activar y facilitar su uso.
b) Fortalecer la educación vial de todos los actores en el tránsito, a través de programas didácticos en escuelas y universidades, y en especial, del entrenamiento y las exigencias para obtener licencia de conducir vehículos motorizados.
III. Marco regulatorio para una ciudad segura y equitativa
a) Reformar reglamentos de tránsito para que garanticen y prioricen la movilidad en bicicleta, así como su aplicación. Incluir representatividad y presupuesto para ciudadanos en bicicleta dentro de las instituciones gubernamentales.
b) Disminuir el uso y velocidad del automóvil privado mediante la creación de zonas de tráfico calmado y zonas peatonales, limitando y haciendo más costoso el estacionamiento en el espacio público.
c) Detener el crecimiento disperso de las manchas urbanas, cambiando hacia regulaciones que incentiven mayor densidad y uso mixto del espacio, para generar distancias más cortas y menor consumo de energía.
La cifra solicitada por las organizaciones equivale a: ZMVM (DF+Edomex) 500 millones (DF 240, Edomex 260), Guadalajara 106 millones, Monterrey 97 millones, Puebla-Tlaxcala 64 millones, Toluca 42 millones.
"Si llegamos al 5 por ciento de viajes en bicicleta en el país, se reducirían 5.8 millones de toneladas de Dióxido de Carbono (CO2) cada año, equivalentes al 5 por ciento de las emisiones que debe reducir México en el sector transporte para cumplir con la meta global de no elevar la temperatura del mundo más de 2°C”, concluyó Xavier Treviño.