Uno de los aspectos importantes analizados en el informe es la movilidad económica entre los padres de familia y sus hijos a través del factor económico. El estudio está enfocado en las personas quienes nacieron entre 1940 y 1980; en los resultados se establece el 46 de los 50 países con tasas de movilidad ascendente son las más bajas desde la base hasta la parte alta. Dentro del periodo evaluado, se encontró que ha ido en aumento el número de personas atrapadas en esa base. Ello provoca la reducción de oportunidades para las personas nacidas en hogares pobres en las economías con bajos niveles de vida.
A pesar de lo anterior, las disparidades de género se reducen; en los países más desarrollados y con ingresos altos, las niñas superan en número a los niños en la educación terciaria y los alcanzan ya en el desarrollo. Con esto, se espera la proporción de niñas con más educación a comparación de sus padres, sea mucho mayor a la de los niños. El ascender en la escala económica a pesar de la situación de los padres es colaborativo en la reducción de la pobreza y desigualdad.
"Quienes tienen la posibilidad de vivir una movilidad mayor suelen ser más optimistas con respecto al futuro de sus hijos, lo cual puede provocar la creación de una sociedad con mayores aspiraciones y cohesión. Una forma de lograr lo anterior es invirtiendo en los niños desde temprana edad con la finalidad de estar bien alimentados, tengan una buena educación y sobre todo, en su entorno para un crecimiento y aprendizaje", de acuerdo con Kristalina Georgieva, directora ejecutiva del Banco Mundial.
Ejemplo concreto es el caso de Brasil, China, Egipto, India, Indonesia y Nigeria, los cuales son países en vías de desarrollo. Específicamente en ellos, los investigadores notaron: desde 1940 hasta 1980, la movilidad económica aumentó. Fue en la década de 1960 cuando el progreso se dio de una forma más lenta en cuatro de los seis países; en China y Nigeria se estancó totalmente.
No es nuevo que los países con un alta movilidad educativa, se posicionen de mejor manera para generar un crecimiento en el futuro y reducir tanto la pobreza como la desigualdad. Es en África y en Asia meridional donde se presenta el mayor número de personas pobres del mundo, señala el Banco Mundial, y son las zonas más preocupantes en cuanto al tema del estancamiento de la movilidad, mencionó Carolina Sánchez, directora superior de las Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza y Promoción de la Equidad del Banco Mundial.
Latinoamérica, Asia oriental y Oriente medio, representan para el Banco Mundial un panorama positivo debido al aumento de movilidad educativa en las países donde existe un alto ingreso. Según menciona Francisco Ferreira, asesor superior sobre pobreza y desigualdad, el estudio muestra un panorama complejo en cuanto a movilidad económica y desigualdad de oportunidades. Esto puede cambiar con la ayudar factores como voluntad política y la aplicación de políticas públicas correctas.