Según el borrador de la declaración final, el G7 está trabajando en estrategias para lograr crecimiento económico y más inversiones y puestos de trabajo. El grupo presentará sus planes en la próxima cumbre del G20, que se celebrará en noviembre en Brisbane, Australia.
Según el G7, la coyuntura económica mejoró desde la reunión que mantuvieron en Irlanda del Norte hace un año, aunque sigue habiendo riesgos.
Los países reunidos -Alemania, Francia, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Canadá y Japón- abogan además por cerrar cuanto antes los tratados de libre comercio que se están negociando ahora mismo, entre ellos uno entre la Unión Europea y Estados Unidos.
La cuestión energética es de gran importancia para Europa, muy dependiente del gas ruso que llega a través de la inestable Ucrania. La Unión Europea (UE) está mediando en una disputa por el precio del gas entre Ucrania y Rusia. Esta última amenaza con cortar el suministro si Ucrania no paga los plazos atrasados, algo que podría afectar también a países de la Unión Europea.
"Estamos de acuerdo en que la energía no debería ser utilizada como arma política", dijo antes del inicio de la cumbre el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "Esta cumbre del G7 debería mantenerse firme e instar a Rusia a deponer ese arma", afirmó.
Esta reunión del G7 se celebra en medio de las tensiones con Rusia por su papel en la crisis de Ucrania, que le valió al Kremlin ser excluido por primera vez en 16 años de las reuniones del grupo de naciones industrializadas. De hecho esta cumbre estaba prevista originalmente en la localidad rusa de Sochi, pero tras la anexión de Crimea a Rusia se cambió el lugar de la cita.
El G7, integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón, instó el miércoles a Rusia a retirar sus tropas de la frontera con Ucrania y a detener el flujo de armas a los activistas en suelo ucraniano.
Además, el grupo solicitó que Moscú coopere con el presidente recientemente elegido en Ucrania, Petro Poroshenko, y que implemente medidas para asegurar el suministro de gas.
"Los siete hemos estado unidos en la misma postura (...), hablamos con una sola voz, expresando los mismos principios", subrayó el presidente francés, François Hollande, "y llegamos a las mismas conclusiones. Todos deben escucharlas, en particular quien no estuvo allí", advirtió.
Por otro lado, aunque en este encuentro no se decidió imponer nuevas sanciones a Rusia, no se descartó adoptar medidas en el futuro.
"Estamos dispuestos a reforzar las sanciones puntuales y a aprobar medidas adicionales y restrictivas de relevancia para elevar el precio que tenga que pagar Rusia en caso de que la situación así lo requiera", reza el comunicado conjunto emitido por los líderes del G7.