Fitch argumentó que esta acción se fundamenta en la medida tomada sobre la calificación internacional de su matriz en última instancia, Navistar International Corporation, la cual se redujo a B- desde B+, colocando la calificación corporativa de largo plazo en negativa.
Las calificaciones de Navistar Financial permanecen alineadas con las de Navistar International Corporation como resultado de las fuertes sinergias existentes en términos operativos, comerciales, financieros y de uso de marca con dicha matriz. Estas sinergias se reflejan en el otorgamiento de una línea comprometida para que Navistar Financial haga frente a sus compromisos financieros. La calificación se encuentra estrechamente vinculada a la de Navistar International Corporation dado su alto grado de integración y la importancia estratégica de las operaciones en México.
A pesar de la disminución en la calificación de su casa matriz, Fitch considera que la compañía mantiene una adecuada capacidad de cumplimiento de sus obligaciones contraídas durante los próximos 12 meses, resultado de su alta liquidez actual y la perspectiva de recuperación de cartera; sin embargo, un escenario de uso de los niveles de liquidez actuales y la recuperación de dicha cartera podría limitar significativamente el volumen de activos productivos de la empresa; en caso de una eventual situación de restricciones de nuevas líneas de financiamiento y de amortización de las obligaciones pautadas.
Es así como, el ajuste en la calificación refleja la alta exposición de la empresa a la percepción del mercado, por lo que el riesgo de refinanciamiento podría acentuarse, dependiendo del apetito de riesgo de sus fondeadores ante la situación que atraviesa la empresa matriz; si bien, hasta el momento la empresa ha podido mantener una fluida relación con sus fondeadores e incluso negociar nuevas líneas.