El estudio hace hincapié en que, a pesar de que los secretos comerciales están legalmente protegidos contra el robo en todos los Estados miembros, la naturaleza y el alcance de esa protección varía considerablemente y provoca "fragmentación" a la hora de aplicarla en los diferentes países.
El informe también subraya que, en los últimos años, ha ido aumentando la necesidad de una protección más "eficaz" a causa de la consolidación de la sociedad de la información, el incremento de la compra de productos manufacturados a compañías extranjeras para reducir costes, o la facilidad con que grandes cantidades de documentos y datos pueden copiarse, enviarse o almacenarse.
En ese escenario, las compañías afrontan "incertidumbre legal" en lo que se refiere a la explotación de sus secretos comerciales en otros países, apuntó la CE.
El documento también hace referencia a las diferentes formas en que los Estados miembros salvaguardan los secretos de fabricación, así como a los medios de que disponen para enmendar los casos de malversación.
En ese contexto, señala que los niveles de protección son variables y existen "diferencias significativas" en los procedimientos nacionales para reforzar la legislación relevante que avala los secretos comerciales.