El crecimiento de la producción automotriz en julio, durante un año en el que han sido más los retrocesos que los avances, muestra una reactivación del sector impulsada por las ventas del mercado interno y las condiciones de crédito.
En el acumulado del año, la producción creció un 3.6 por ciento al pasar de 1.680.169 unidades producidas entre enero y julio de 2018 a 1,740,676 en el mismo periodo de 2019..
No obstante, el optimismo es "moderado" para el segundo semestre según explicó Luiz Carlos Moraes, presidente da Anfavea durante la presentación de los resultados.
Se espera que factores como la reciente reducción de la tasa básica de interés a su índice más bajo en 33 años (6 por ciento), y la aprobación de la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, con la que el gobierno espera ahorrar 251,000 millones de dólares en la próxima década, ayuden a reactivar la economía que tras la crisis de 2015 y 2016 no logra despegar en el gigante suramericano.
"Tenemos un optimismo moderado. Tenemos que tener cierto cuidado, pero existen elementos en la economía actual que pueden impulsar un segundo semestre mejor", aseguró.
De acuerdo con el informe de Anfavea, en julio se produjeron 266,371 unidades entre automóviles, comerciales livianos, camiones y autobuses, 20,730 más que los producidos en el mismo mes del año pasado.
En el comparativo con junio, cuando se produjeron 233,150 unidades, la producción fue 14.2 por ciento mayor.
El panorama no fue positivo para las exportaciones que en el séptimo mes del año continuaron sin avanzar, reflejo de la crisis económica que atraviesa Argentina, principal socio comercial de Brasil en Sudamérica, problemática que continúa frenando la compra de vehículos al gigante suramericano.
Según las cifras de Anfavea, las exportaciones cayeron 15.3 por ciento, al pasar de 49,705 unidades vendidas al exterior en el mismo mes de 2018 a 42,115 en julio de este año.
No obstante, el número de vehículos enviados al extranjero subió un 4.2 por ciento en julio con relación a junio, gracias a México y Colombia, donde Brasil tuvo un crecimiento importante, pero que todavía son mercados pequeños, según explicó Moraes.
En cuanto a los vehículos nuevos matriculados en julio de este año, el número (243,614) subió 12 por ciento en el comparativo interanual ( 217,509) y un 9.1 por ciento con relación a junio (223,198).
La industria automovilística brasileña, uno de los motores de la economía del país, se encuentra en proceso de recuperación tras la profunda recesión vivida en Brasil entre 2015 y 2016 que llevó a que el producto interior bruto (PIB) perdiera siete puntos porcentuales.
No obstante, las previsiones para este año continúan débiles y según las proyecciones del mercado financiero el PIB del país tan solo crecerá un 0.8 por ciento en 2019, después del 1 por ciento registrado tanto en 2017 como 2018.