BM: América Latina debe volver a crecer más para mantener el progreso social

BM: América Latina debe volver a crecer más para mantener el progreso social

El Banco Mundial confirmó hoy la moderación del crecimiento en América Latina y advirtió que si esto se convierte en una tendencia en vez de una mera fase, la región tendrá problemas para mantener el progreso social logrado en la última década, lo que a su vez podría tentar a algunos gobiernos a emplear políticas populistas para afrontar las tensiones sociales.

América Latina y el Caribe crecerán este año en su conjunto un mero 2.3 por ciento, por debajo incluso del ya de por sí bajo 2.4 por ciento registrado en 2013, dijo hoy el BM. Una cifra muy similar a la que maneja el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus previsiones económicas mundiales publicadas el martes fijó el crecimiento regional este año en un 2.5 por ciento.

"América Latina parece estar estancándose", alertó el economista jefe para la región del BM, Augusto de la Torre, al desgranar en rueda de prensa en Washington las previsiones del organismo para el continente americano.

"Esto hace surgir la pregunta quizás más importante en el debate actual: si la desaceleración de la economía latinoamericana es un fenómeno puramente de la parte baja del ciclo económcio o si es una nueva tendencia", indicó. Y lo que los expertos "empezamos a temer", acotó, es que lo que está sucediendo en la región es efectivamente "un cambio de tendencia y no solamente un descenso en el ciclo".

Todo ello cuando "una tasa de equilibrio para el crecimiento de alrededor del 2.5 por ciento sería claramente insuficiente para mantener el ritmo de progreso social al que la región se acostumbró en los últimos diez años", subrayó.

Consultado sobre cuál sería el nivel de crecimiento necesario para continuar los avances sociales, el experto no quiso fijar una cifra, pero recordó que los logros de los últimos años se consiguieron cuando "Latinoamérica crecía en promedio entre un 5 y un 6 por ciento".

La salida de la pobreza de millones y el consecuente aumento de la clase media ha venido acompañado de una paralela -y lógica- mayor demanda de mejores servicios sociales en materia de educación, sanidad o transporte público, entre otros.

El problema: que la calidad de los servicios públicos no ha crecido al mismo ritmo que los reclamos de la sociedad.

Protestas como las estudiantiles vividas en los últimos años en Chile o las sociales de Brasil son una "expresión de esta tensión", consideró hoy De la Torre.

"Las manifestaciones en la calle ya no son como eran en Latinoamérica en el pasado porque subió el precio de la gasolina o porque vino el Fondo Monetario, son porque las familias latinoamericanas están pidiendo mejor educación, mejor salud o transporte público, ciudades más seguras y limpias, es una manifestación natural del progreso", recordó.

Y ello conlleva paradójicamente un peligro: la tentación de recurrir al populismo para atajar las tensiones sociales.

"Un frenazo en el ritmo de progreso social puede ser una fuente importante de tensiones sociales y políticas que pueden llevar a los líderes a manejar mal la economía", advirtió De la Torre.

^"Cuando surgen presiones sociales nuevas, a veces los políticos se olvidan de la macroeconomía y hacen políticas que tienden a ser un poquito más populistas, y en el proceso debilitan la capacidad estabilizadora de las economías", explicó.

El remedio: "La mejor manera de resolverlo es encontrar un camino al crecimiento", sostuvo De la Torre.

Temas relacionados
Cargando...
Load next