Cuba cierra su "cumbre histórica" con el espaldarazo de toda América Latina

Cuba cierra su "cumbre histórica" con el espaldarazo de toda América Latina

Una cumbre "histórica" fue la palabra que usó en La Habana Ban Ki-moon, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), instituida en 2011, concluye hoy en la capital cubana una cita llamada a ser la de su consolidación.

Un total de 33 países de la región han empezado a avanzar en la proyección de este mecanismo regional, concebido como una instancia de diálogo sin Estados Unidos ni de los "centros de poder" que "no se resignan a haber perdido el control de esta rica región", según sostuvo en su discurso el presidente anfitrión, Raúl Castro.

Hoy, los presidentes celebrarán su última sesión plenaria y firmarán los documentos finales del encuentro.

Al margen, la disidencia cubana tendrá el único encuentro conocido con representantes de uno de los países asistentes a la cita. El portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, anunció que diplomáticos de Costa Rica los recibirán en la sede de su embajada en La Habana.

La CCDHRN había solicitado antes reuniones a las delegaciones de México, Colombia, Uruguay y Chile, entre otros países. En los días previos a la cumbre, la oposición reportó el arresto de hasta 100 activistas con el objetivo de evitar protestas durante la cumbre.

En La Habana está previsto por otro lado el primer encuentro entre el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el peruano Ollanta Humala, después del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que determina que Lima y Santiago deben volver a trazar su frontera marítima.

En la jornada inaugural del martes hubo elogios de los presidentes al bloque que ellos mismos han puesto en marcha y, con una presencia masiva, los líderes de la región emitieron la señal de que no están dispuestas a una integración regional que excluya a Cuba por su régimen político.

Pese a ello, el tema del respeto a los derechos humanos, un reclamo permanente a la isla por parte de organizaciones disidentes, salió a relucir en el encuentro. Fue Ban Ki-moon el que lo puso sobre la mesa.

La promoción de la democracia y los derechos humanos son "cruciales" para la estabilidad regional, dijo el secretario general de la ONU, que señaló también que ha pedido a Cuba ratificar los pactos internacionales de derechos humanos.

Ésta es la segunda cumbre que realiza la Celac desde su fundación y la primera desde la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en marzo de 2013.

Castro pidió durante la ceremonia inaugural un minuto de silencio en su memoria, como "ferviente e incansable promotor" de la unidad latinoamericana e impulsor de este foro.

Otro punto de atención ha sido en Cuba la presencia -aunque discreta- del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, el primer titular del organismo con sede en Washington que visita la isla en más de 50 años.

La OEA fue fuertemente criticada por Rafael Correa en La Habana. El presidente de Ecuador la calificó de "ministerio de las colonias" y llamó a hacer de América Latina y el Caribe "un espacio de mujeres y hombres libres, sin aceptar en estas tierras groseros neocolonialismos".

La reunión de Celac, enfocada en el tema de la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, concluirá el miércoles con la aprobación de la Declaración de La Habana, un Plan de Acción y varias resoluciones especiales.

El próximo encuentro tendrá lugar en 2015 en Costa Rica, país que recibe en la Habana la presidente pro témpore de la Celac.

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