Los datos, procedentes del Instituto de Estudios de Automoción (IEA), muestran la segunda caída consecutiva en lo que va de año debido, principalmente, a la finalización del Plan 2000E, que ha actuado como dinamizador de la demanda, así como a la subida del IVA que ha supuesto un encarecimiento medio de entre 400 y 500 euros por vehículo desde el pasado mes de julio.
Por canales, las compras de particulares -hasta la fecha los principales beneficiarios del 2000E y artífices reales del aumento de las ventas- cerraron la primera quincena con un retroceso del 43.7 por ciento, hasta las 12,864 unidades, lejos de las cifras de crecimiento de meses anteriores.
Así, en la primera quincena el mercado ha estado sostenido por las ventas de empresas y alquiladoras, de forma que el canal de empresas registró un aumento del 11.9 por ciento, hasta situarse en las 6,308 unidades, mientras que las ventas de empresas de "rent a car" crecieron un 108.3 por ciento, con 1,275 unidades, debido a la renovación de flotas propia de la temporada estival.
Ganvam calificó estas cifras de "alarmantes", ya que constatan la tendencia bajista del mercado y auguran para el otoño una "dura resaca" como resultado del incremento "artificial" de las ventas en la primera mitad del año gracias al plan de ayudas y al anticipo de las compras por la subida del IVA.
Según los vendedores, es preocupante que en la primera quincena se hayan dejado de vender casi uno de cada tres coches en comparación con la primera mitad de agosto del año pasado en el que también se registraron cifras negativas.
La patronal teme que el fin del plan de ayudas vuelva a sumir al sector de la distribución de automóviles -integrado en un 80 por ciento por pequeñas y medianas empresas sin músculo financiero actualmente- en una "situación insostenible", con una caída de las ventas de 100,000 unidades en el segundo semestre y la pérdida de hasta 10,000 puestos de trabajo en esta segunda mitad de año.
Según el presidente de la patronal, Juan Antonio Sánchez Torres, "el mercado sigue cayendo de forma alarmante, como cabía esperar. La tendencia es ya preocupante, y será a partir de septiembre cuando veamos claras señales de la gravedad de la situación del mercado".