Axa, que confirmó las negociaciones después de que las hubiera filtrado la prensa, precisó que el esquema de la transacción pasa por el pago al contado de 2 mil 250 millones de libras (unos 2 mil 700 millones de euros) y los 500 millones de libras restantes (unos 600 millones de euros) en títulos de pago diferido.
Los negocios objeto de la transacción son todos los británicos de Axa a excepción de las filiales Axa Wealth Management y Axa Direct Protection, que en 2009 representaron el 41 por ciento de la actividad nueva.
Axa insistió en que esta cesión potencial no cuestiona su presencia a largo plazo en el Reino Unido con los negocios que mantendría que "se benefician de excelentes posiciones competitivas en el mercado inglés".
Además, también reiteró su intención de continuar con todas sus otros negocios en ese país.
En caso de acuerdo con Resolution, sobre lo que puntualizó que "no existe ninguna certidumbre", Axa contabilizaría en su resultado neto de este ejercicio una "minusvalía excepcional" de unos mil 400 millones de euros.
Además, su nivel de solvencia I, que al finalizar el primer trimestre estaba estimado en más del 180 por ciento aumentaría en cuatro puntos, y el de la deuda -que representaba el 26 por ciento al terminar 2009- se reduciría en un punto.