Si se descuenta la aportación de YPF -expropiada por el gobierno argentino en abril- tanto en 2011 como en 2012, el resultado neto de la compañía sería de 1,655 millones de euros, un 13.4 por ciento más que el pasado año.
Entre enero y septiembre las ventas de carburantes en España acumularon un descenso del 9 por ciento, mientras que la producción de petróleo se incrementó en un 29 por ciento y la de hidrocarburos, en un 9 por ciento.
El resultado ajustado, que no tiene en cuenta la variación en la valoración de las reservas estratégicas a precios de mercado, fue de 1,706 millones de euros, un 4 por ciento más que en el mismo periodo de 2011.
El resultado bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 5,405 millones de euros, un 20.1 por ciento más que el pasado año, y el resultado de explotación, los 3,543 millones, un 15.3 por ciento más, impulsado por el incremento de la producción.
El área de exploración y producción incrementó su resultado de explotación un 49.3 por ciento en el periodo, hasta los 1,801 millones, gracias a la reanudación de la actividad en Libia y a la puesta en producción de varios yacimientos.
En los nueve primeros meses se realizaron cinco nuevos descubrimientos, entre ellos el de Pao de Azúcar en Brasil, con los que la compañía supera su objetivo en materia de incorporación de recursos para este año.
Por su parte, el área que abarca refino, "márketing", química y GLP, redujo su resultado de explotación un 16.9 por ciento, hasta los 893 millones de euros, "debido principalmente a la menor valoración de los inventarios".
El resultado de explotación del área de gas natural licuado (GNL) fue de 425 millones, un 54 por ciento más, "fundamentalmente por los mayores márgenes de comercialización".
La deuda financiera neta, excluida Gas Natural Fenosa en la que Repsol es accionista mayoritario junto a Caixabank, finalizó el tercer trimestre en 4,918 millones de euros, con una reducción de 1,857 millones respecto al cierre de 2011.