En un comunicado, la firma lusa precisó que los países destinatarios del grueso de su inversión serán Angola, Brasil y Mozambique, todos ellos excolonias con vastos recursos naturales donde Galp ya está presente.
Las previsiones de la compañía, que en 2012 aumentó sus beneficios netos más de un 40 por ciento, hasta los 359 millones de euros, reflejan su voluntad de incrementar el ritmo de inversión, que el año pasado rondaba los 940 millones de euros.
"El gasto se producirá esencialmente en el desarrollo de las áreas de Carcará, Júpiter y Iara, en Brasil, del desarrollo del proyecto de gas en Mozambique y del Bloco 32 en Angola", detallaron desde Galp.
La cantidad y la calidad de recursos energéticos disponible en estos campos permitirán, según los cálculos de Galp, que para 2017 en torno al 70 por ciento de sus resultados brutos de explotación (Ebitda) procedan del área de "explotación y producción", cuando ahora suponen el 37 por ciento.
La severa crisis que azota a Portugal y España ha llevado a Galp a optar por un cambio de estrategia, que hasta ahora otorgaba más importancia al negocio del "refinamiento y distribución".
El objetivo estratégico de la compañía portuguesa -principal exportadora del país- es llegar a producir el equivalente a 300,000 barriles de petróleo y gas por día en el año 2020.
"El foco de nuestras acciones se dirige ahora a asegurar que nos mantenemos dentro de ese nivel de producción en los años posteriores a 2020", explicaron hoy los responsables de la compañía.