La corporación policial informó, mediante un comunicado, que con la práctica regular entre particulares de ofertar o comprar automóviles sin la intervención de instituciones o autoridades se realizan transacciones financieras consideradas de riesgo.
Además en los sitios de Internet, en los que también se ofertan vehículos y el contacto entre comprador y vendedor son “virtuales”, las probabilidades de ser víctima de un fraude se incrementan.
Ante esas situaciones se requiere conocer modos de operación de posibles defraudadores y atender medidas de seguridad básicas que permitan una compra segura y completamente legal.
En este caso, la SSP-DF señaló que los defraudadores trabajan en grupos de tres o más personas, hombres o mujeres indistintamente y algunos de estos grupos roban el vehículo con violencia, lo trasladan a un taller clandestino que puede ser un negocio mecánico, bodega, hojalatería, pensión o deshuesadero, donde alteran números de serie, y de motor.
Asimismo les cambian el color y generan documentos falsos para venderlos, entre ellos, el Registro Público Vehicular (REPUVE), con el que dan mayor credibilidad de licitud a la venta del automotor.
Para reforzar el engaño, los defraudadores colocan anuncios en medios publicitarios y en ocasiones citan a sus potenciales víctimas en domicilios ficticios, que según ellos son sus oficinas.
Tras fingir una operación legal y pagar con un cheque, que después resulta no tener fondos, el propietario original reporta el vehículo como robado, pero para entonces el defraudador ya vendió la unidad lícitamente, por lo que el comprador de buena fe resulta ser víctima.
Según datos de la SSP-DF, el índice delictivo en encubrimiento por receptación se concentra en zonas como el norte y el oriente del Distrito Federal, mientras que las delegaciones con mayor índice en este delito son Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Venustiano Carranza, Tlalpan, Iztacalco y Cuajimalpa.